Cacería de perros
Nunca he sabido a ciencia cierta a qué institución compete la protección de los animales en nuestro país, suponiendo que exista algún organismo oficial que se ocupe de aliviar su lamentable situación.
Ingenuamente, suponía que la Consejería de Medio Ambiente estaría de algún modo implicada en dicha labor de protección, pero, ante mi sorpresa, no sólo no es así, sino que acaba de aprobar una medida que a todas luces va a suponer una matanza indiscriminada de todos los perros presuntamente "asilvestrados" de Morata de Tajuña, a los que cualquier cazador podrá disparar, medida que se justifica en aras de la protección de la flora y la fauna del lugar.
Dada la contundencia de esa consejería a la hora de atajar las agresiones al entorno, resulta de agradecer que esté fuera de su área de competencia la protección del "medio ambiente urbano", seriamente afectado cada fin de semana en el centro de Madrid por algún que otro "asilvestrado" que, a altas horas de la madrugada, y como consecuencia del pertinaz botellón, troncha, e incluso quema, los árboles de la calle, alfombra el pavimento de todo tipo de desperdicios, rompe las papeleras y alivia su vejiga contra la puerta de los portales; no quiero ni imaginar qué métodos disuasorios podría llegar a aprobar.
Al permitir la "caza del perro", en vez de buscar otras vías de solución, reclamando el asesoramiento y apoyo de las diversas asociaciones protectoras de animales, la Concejalía de Medio Ambiente pone en grave peligro a todos los canes de la zona, incluidos los que no tienen la etiqueta de "asilvestrados": al de la casa de al lado que ladra más de la cuenta y molesta al vecindario, a cualquiera de los muchos perros abandonados en verano o que simplemente se han perdido y a los que salgan a pasear con sus dueños y se alejen demasiado.
No se caracteriza nuestro pueblo por el amor y el respeto a los animales, que carecen de una mínima legislación que los ampare frente a las variopintas formas de maltrato sistemático que padecen, en muchas ocasiones disfrazadas de "tradición popular".
Y ahora, nuestras instituciones no sólo no toman medidas para equiparar la protección de los animales a la de la mayoría de los países de la Unión Europea, a la que nos honramos de pertenecer, sino que agrava aún más su situación. No tengo muchas esperanzas de poder llegar a cambiar algo a este respecto, pero, al menos, gracias a la publicación de la noticia, podré salvarle la vida a mi perro llevándolo a pasear a cualquier sitio, menos a Morata de Tajuña y sus alrededores, por si acaso. Les recomiendo que hagan los mismo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.