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Reportaje:

Series incombustibles

Las añejas 'Los ángeles de Charlie', 'Vicky el vikingo', 'Embrujada', 'Starsky y Hutch' o 'Bonanza' triunfan en las autonómicas

Las televisiones generalistas se han lanzado a un viaje al pasado. Recordar parece una nueva moda que resulta especialmente rentable. Cuéntame cómo pasó cerró en julio su tercera temporada como la serie más vista del año (con más de siete millones de espectadores por episodio), mientras Tele 5 recuperaba los éxitos de las décadas de 1960 y 1970 en el reality show Vivo cantando, que Karina ganó el pasado día 31. Pero quienes se han lanzado de lleno a rebuscar en el baúl de los recuerdos son las televisiones autonómicas. Vicky el vikingo triunfa en ETB hablando por primera vez en euskera, los madrileños siguen con interés las peripecias de Sabrina, Jill y Kelly como Los ángeles de Charlie, TV-3 propone a sus espectadores volver a pasar un verano más en La Ponderosa de Bonanza y El virginiano consiguió doblar la audiencia de Canal 2 Andalucía en la temporada recién terminada. "El nuevo éxito de estas series lo que pone de manifiesto es la ausencia de una oferta de ficción propia y de calidad. La ficción, en la televisión internacional, se encuentra en crisis porque lo que se impone es la telerrealidad más vulgar ", señala Lorenzo Vilches, del Observatorio de la Ficción Europea de la Universidad Autónoma de Barcelona.

"Estas series representan el mejor ejemplo de lo bueno, bonito y barato", explica Ignacio Segura, director general de Planeta Junior. La productora y distribuidora le ha vendido a las cadenas de la Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA) series como La abeja Maya, Vicky el vikingo o Heidi. El éxito de los clásicos ha llevado a que una cadena estatal compre Marco y Pipi Calzaslargas para emitirlas el próximo otoño mientras negocia el regreso de Barrio Sésamo. "Son buenas historias y bien animadas. En ellas juega fuerte el factor nostalgia, pero es que además salen muy económicas", dice Segura. Uno de los casos más sorprendentes es el de Heidi, que llegó a superar el pasado curso el 31% de la audiencia en Canal Sur y es seguida por uno de cada tres niños vascos. "Los padres prefieren estas series porque las conocen bien, ellos mismos las vieron en su infancia y aún recuerdan sus canciones, tan pegadizas", dice Segura. Pero el negocio parece salir redondo porque, además, se trata de la mejor estrategia para aumentar la audiencia adulta dentro de la franja de programación infantil. "Las televisiones han abandonado directamente la producción de espacios infantiles. Heidi tiene todos los elementos propios del cuento clásico, la niña del bosque que vive entre animales, lo que ha hecho que no envejezca la serie", comenta el profesor Vilches.

Enrique Laucirica, responsable de compras de la FORTA, recuerda que todas las cadenas cuentan con este tipo de series clásicas en sus archivos. "Las majors norteamericanas nos obligan a comprar estos productos de librería si queremos obtener los derechos de los grandes estrenos de Hollywood. La diferencia es que las cadenas autonómicas se han decidido a emitirlas, y les ha salido rentable". Las emisoras de la FORTA optaron por series de aventuras, comedias y ciencia-ficción que dejaron buen sabor de boca cuando se estrenaron décadas atrás en la única cadena existente entonces, TVE. Así, adquirieron los derechos de emisión de Starsky y Hutch o Embr

ujada como imposición para obtener los estrenos de Columbia, mientras que Warner ofrecía junto a sus películas Kung fu.

Las series clásicas no logran audiencias millonarias, pero sí consiguen superar el techo de cuota de pantalla de los segundos canales autonómicos (donde se suelen pasar) y, lo más importante, atraen a un espectador joven muy apetecible para el publicista. "Éstas son series con una factura extraordinaria, que siguen el esquema clásico de narrativa de ficción y presentan héroes clásicos muy atrayentes para el público joven", asegura Vilches. Las aventuras de la bruja Samantha Stephens en Embrujada, que se rodó entre 1964 y 1972, superan el 20% de cuota de pantalla entre los espectadores entre 13 y 24 años en Andalucía y Valencia, y Los ángeles de Charlie alcanza el 20% de share en Telemadrid, aunque obtenía resultados más discretos en ETB -que lo incluía en su parrilla hasta el comienzo del verano-, donde ha tenido más éxito Starsky y Hutch, con alrededor del 15%. "No todas las series envejecen igual, aquellas que optaron por jugar a lo novedoso aguantan peor el paso del tiempo, porque mueren en cuanto pasa ese factor novedad".

De izquierda a derecha, Jaclyn Smith, Kate Jackson y Farrah Fawcet-Majors, <i>Los ángeles de Charlie </i><b>en su versión para televisión de los años setenta.</b>
De izquierda a derecha, Jaclyn Smith, Kate Jackson y Farrah Fawcet-Majors, Los ángeles de Charlie en su versión para televisión de los años setenta.

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