Una tregua para el joven 'blusa'
Las fiestas de La Blanca llegaron ayer a su final para desconsuelo de muchos y alivio de los que añoran la tranquilidad de una Vitoria que se sumergirá a partir de hoy en la calma propia del mes de agosto. Y precisamente paz es lo que parece respirar este pequeño blusa de cuatro meses junto a su madre, quien aprovecha un alto en la última jornada festiva para darle de mamar sentada cómodamente en una silla. Y es que no hay nada como llevar la comida puesta, pensará el pequeño, para poder seguir después de marcha como si tal cosa.
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