Publirreportaje
En su diario del día 7 de agosto aparece un denominado publirreportaje que ocupa toda la página 8 de su sección Comunidad Valenciana. Allí se informa de la reciente apertura de un complejo privado llamado La Calderona, destinado al deporte y la salud. Me ha sorprendido que, entre las fotos ilustrativas de las bondades del establecimiento, aparece nada menos que Francisco Camps, presidente de la Generalitat, ataviado de jugador de paddle, sudoroso y mostrando sus piernas. El pie de foto explica que don Francisco participó en un pro-am de ese deporte que precedió a la fiesta de inauguración del centro.
Entiendo que es muy imprudente que la más alta institución que se supone representa a todos los valencianos preste su imagen a un negocio particular. No hay nada que objetar a que don Francisco sea socio de cuantas entidades lícitas desee, pero no es admisible que aparezca ante el público como un feliz y despreocupado usuario de unas instalaciones privadas. ¿Es que el publirreportaje quiere mandarnos el mensaje de que conviene frecuentar La Calderona si se quiere estar cerca del poder? Un representante institucional deber ser escrupuloso hasta la obsesión para no dar pie, por acción u omisión, a que nadie mezcle en su proyecto lo público y lo privado.
