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Reportaje:

El drama de Valentine

El verdadero nivel de la gran promesa del tenis femenino francés, bajo sospecha al descubrirse que su padre drogaba a las rivales

Nadie duda de la inocencia de Valentine y Maxime, pero el verdadero nivel de su tenis está ahora bajo sospecha. Ambos viven un drama por culpa de su padre, Christophe Fauviau, un ex militar de 40 años que quiso ayudarles en sus respectivas carreras drogando a sus rivales. El asunto fue desvelado anteayer y conmocionó el suroeste de Francia y la ciudad de Tercis-les-Bains, donde vive la familia.

Valentine, de 13 años, es considerada la mejor jugadora francesa de su edad y la promesa de futuro más firme del tenis de este país. Maxime, de 16 años, en cambio, es un buen tenista de club, pero apenas ha aparecido en competiciones juveniles internacionales. Su clasificación podría situarse por encima de los mil primeros tenistas franceses de su categoría. "Es un buen jugador regional, pero nunca será un campeón", le definió Jacques Dupré, presidente de la Liga Côte Basque-Báern.

Tal vez por eso la preocupación del padre se hizo más patente con Maxime que con Valentine. "Por el momento", indicó ayer a este periódico Renaud Lahitet, abogado de las víctimas de Christophe Fauviau, "sólo tenemos constatados dos hechos ocurridos con rivales del hijo. No hay denuncias de ninguna rival de Valentine. Además, por la documentación de que disponemos, nada indica que los hijos estuvieran al corriente de lo que hacía su padre". Lahitet representa a Alexandre Lagardère, que falleció a los 25 años víctima de un accidente automovilístico tras haber ingerido la Temesta que presuntamente le introdujo en su botella de agua durante un partido el padre de Maxime, y a la Federación Francesa de Tenis, que ha anunciado su intención incorporarse a la demanda judicial.

Para Valentine la situación se ha convertido ya en un drama. Está en juego no sólo su reputación como jugadora de alto nivel, sino también su imagen, uno de los aspectos que más ingresos económicos acaba produciendo. Valentine estuvo jugando varios torneos en África durante este verano y ha obtenido algunos resultados de nivel. A pesar de sus sólo 13 años, fue semifinalista en El Cairo en un torneo júnior, o sea con jugadoras de hasta 18 años. En dobles llegó incluso a la final en este mismo torneo. Su padre fue detenido al regreso de esta gira africana.

Con anterioridad había llegado a los octavos de final del torneo Les Petits As, que se disputa en la localidad francesa de Tarbes, uno de los más prestigiosos del mundo en categoría infantil. Valentine forma parte habitualmente de los equipos de su categoría en representación de Francia. El pasado mes de marzo disputó la Copa de Europa de Naciones sub-14 en Pruhonice (República Checa).

Valentine estuvo trabajando en la escuela de la federación, pero su padre se mostró en claro desacuerdo con el planteamiento técnico y prefirió hacerse cargo personalmente del futuro de su carrera. "Acabó enfrentándose con la federación", explica Francois Dupont, responsable técnico de la zona Basque-Báern; "pretendía que jugara sólo competiciones de alto nivel, por encima de su edad. Parecía tener mucha prisa".

Ahora Fauviau afronta una pena de 20 años de prisión si se demuestra la acusación que pende sobre él: "Administrar una sustancia perjudicial que causó la muerte sin intención de provocarla".

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