_
_
_
_
Crítica:LIBROS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Tambores de guerra

Gaizka Arostegi (Portugalete, 1965) publica su segunda novela tras la exitosa aparición de El agote, que según fuentes de la editorial llegó a la cuarta edición. En esta ocasión, en la novela El cálido Julio del treinta y seis, y sin salirse de la senda de la novela histórica, el autor se ha interesado por la historia de un corto período de tiempo, que se inicia el día de la sublevación, en un pueblo navarro.

La llegada de un grupo de artistas a un pueblo del sur de Navarra da comienzo a la novela que desde la voz del protagonista, que entonces sólo nía trece años, cuenta las vivencias del pueblo en un momento de enorme crispación social. El grupo "El gran teatro de la luna" sirve de núcleo de los personajes de la acción.

Libran a Lucía, antigua amada de uno de los componentes del grupo, de las iras del potentado local, lo que les pone en contacto con el pueblo sencillo y su alcalde republicano, realizan su primera representación y en el momento en que se desata la noticia las fuerzas militares y carlistas del pueblo toman diversas medidas de venganza: incendian el campamento, matan al artista homosexual del grupo, encarcelan al padre y al amigo del protagonista, existe una amenaza de fusilamiento, pero también almas bondadosas que protegen a los pocos miembros de la troupe que quedan libres, y, al fin, el niño tendrá un protagonismo especial en la salvación de su padre, mientras intuye que el resto de detenidos serán fusilados.

Ambiente de guerra civil, ambiente de venganza y violencia, pero también mirada de niño (quizás la técnica más lograda de la novela, aunque la historia se cuenta desde un presente lejano, cuando ya es adulto), con su primer enamoramiento y su primera (y sorprendente) relación sexual. No hace falta decir que la novela recuerda a La lengua de las mariposas, y que más que un fresco histórico ha construido una novela de género melodramático y sentimental, con sus maridos despechados, apariciones inesperadas (como la de la abuela), viejas historias de amor, enredos que se entrecruzan...

La prosa lineal, de frases breves puede facilitar la lectura de una novela que se basa en el enfrentamiento entre buenos y malos, lo que lleva a trazar a algunos de los personajes en trazo grueso.

Gaizka Arostegi: El cálido Julio del treinta y seis. Abra. Ttartalo. Donostia, 2003, 149 páginas. 13 euros.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_