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Fallece el padre de la familia que sucumbió en el incendio de Lorca

La mujer y tres de los hijos de Isidro Guijarro fueron enterrados ayer

Isidro Guijarro, de 48 años, que sufrió el sábado quemaduras en el 60% del cuerpo en el incendio de su vivienda, producido al parecer por un cortacircuito, y en el que murieron su mujer y tres de sus cuatro hijos, falleció ayer a primera hora de la tarde en el hospital Virgen de la Arrixaca, de Murcia. Poco antes del fallecimiento se había celebrado el funeral y entierro de su familia, al que asistieron unas 2.000 personas.

El jefe de guardia del citado centro hospitalario indicó que el paciente, al que se le había practicado una traqueotomía y se encontraba en la UCI, falleció a consecuencia de las graves lesiones que presentaba. Poco antes, su familia era enterrada en el cementario de Lorca.

Unas 2.000 personas acudieron al funeral de la familia, celebrado en la iglesia de San Cristóbal, de Lorca. Los cuatro coches fúnebres que contenían los restos mortales de Elvira González, de 46 años, y de tres de sus hijos, Isabel, Antonio y Juan Miguel, de 23, 15 y tres años, respectivamente, llegaron al atrio de la iglesia escoltados por policías, que abrieron paso al cortejo entre la multitud que esperaba fuera del templo bajo un intenso calor.

Junto a familiares, amigos y compañeras de trabajo de la mujer fallecida se encontraban, en la puerta de la iglesia, el consejero de Presidencia de Murcia, Fernando de la Cierva; el alcalde de Lorca, Miguel Navarro, una representación de los grupos políticos de la corporación, así como los diputados Pío Pérez, del PP, y José Antonio Gallego, del PSOE, ambos de Lorca.

Los coches fúnebres, cubiertos por coronas de flores, fueron recibidos en medio de un silencio que se convirtió en mutismo cuando los empleados del servicio funerario y amigos de la familia sacaron los ataúdes. Los féretros de Elvira, de sus dos hijos mayores, y el del pequeño Juan Miguel, este último de color blanco, que cerraba el cortejo, fueron a hombros hasta la puerta del templo.

El obispo de la diócesis de Cartagena, Manuel Ureña, que ofició las exequias en una ceremonia concelebrada, dijo en su homilía que "la muerte se ha cernido de modo bárbaro con esta familia; por eso todos estamos ahítos de dolor y de lágrimas". El obispo explicó a los fieles que abarrotaban la iglesia que "más que patalear y revolvernos contra Dios, hoy hay que ponerse en manos del Padre y reconciliarnos con nosotros mismos", y pidió por el padre de la familia, Isidro Guijarro, cuyo fallecimiento aún no se había producido. Ureña también pidió "fortaleza" a los familiares que se encontraban en el templo, como Lucía, la única hija superviviente de la familia, sus abuelos y su familia política, que una vez finalizada la ceremonia recibieron el pésame en la puerta de la iglesia.

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Al término del funeral, los cuerpos fueron conducidos al cementerio de San Clemente, donde fueron inhumados pasada la una de la tarde.

Los féretros con los restos mortales de las víctimas del incendio son llevados a la iglesia de Lorca para el funeral.
Los féretros con los restos mortales de las víctimas del incendio son llevados a la iglesia de Lorca para el funeral.EFE

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