Los promotores del frustrado golf de L'Escala piden seis millones de indemnización
Los promotores del campo de golf de L'Escala (Alt Empordà) tienen previsto reclamar seis millones de euros a las administraciones si finalmente no pueden construir en la zona conocida como Vilanera. La comisión de Urbanismo decidió a finales de julio la catalogación de los terrenos como rústicos, lo que imposibilita su edificación, pese a la oposición del propio consistorio, gobernado por CiU y por el Departamento de Política Territorial.
Los impulsores del campo, en el que se preveía la construcción de 327 viviendas, interpondrán un contencioso administrativo contra la decisión de Urbanismo, dado que opinan que el articulado del plan general fija los terrenos como urbanizables y que poseen el permiso para edificar por silencio administrativo.
A este último aspecto también se opuso la Comisión de Urbanismo, que se reunió de urgencia el pasado 30 de julio y que basó sus decisiones en informes desfavorables de la Comisión Jurídica Asesora. El alcalde de L'Escala, Josep Maria Guinart, (CiU), afirmó que el Ayuntamiento no modificará su plan general a la espera de que el asunto se dirima en los tribunales.
El anuncio de la construcción del golf desató las críticas de los ecologistas de la zona, que habían convocado una acampada para mediados de agosto en los terrenos que quedan sin comprar por los promotores. El proyecto despertó las críticas de la oposición en el municipio. Si los socialistas consideraron que el suceso es "un golpe fuerte a la política urbanística del equipo de gobierno", ERC habría preferido argumentos más sólidos que los judiciales.
