La ciudad cantante

Olvidados ya del sobresalto que provocó descubrir que la copla se enredaba con la política, los marbellíes se aprestaban a disfrutar de un agosto sin más frenesí que el de la discoteca de Olivia Valere cuando saltó la bomba. Los fieles de Jesús Gil, los enemigos de Jesús Gil y los salidos del GIL se aliaban para cantarle el último tango al alcalde Julián Muñoz. Dejaron constancia escrita ante un notario del cambalache en el que ya están repartidos los papeles: la solista será Marisol Yagüe. A la aspirante a la alcaldía, sin embargo, le entusiasman más los sones rocieros -pertenece a un coro de marras- que entonar tragedias porteñas, aunque su valido político tiene un talento natural como letrista de baladas. "Cuando vino a darme dos besos le dije que se acabó la comedia y que era el peor traidor", dijo Jesús Gil de Julián Muñoz. Claro que el alcalde, que algo de copla comienza a saber, ha dicho: "Yo muero en esta guerra, pero me lo llevo a él por delante".

- Más Marbella. Una colección de mujeres-hipo asistió a la fiesta de la firma del francés Jean Claude Jitrois. Había mujeres-hipo esculturales tipo Ivonne Reyes y mujeres-hipo espigadas a lo Estefanía Luyck. La que hubiera cortado el hipo de Demi Moore, si llega a escucharla, fue María Bravo, que romanceó con Bruce Willis hace unas temporadas y se jactó de que no necesitaba arreglos quirúrgico como la ex de su ex. Dicho con buenas maneras, que conste.

- Menos bici. Es la primera vez que se ve a un político inaugurando una destrucción, pero el alcalde de Granada, José Torres Hurtado (PP), es hombre singular. El viernes allá se fue hasta la avenida de Dílar con el concejal de Mantenimiento, Vicente Aguilera, para dar la señal del inicio de las obras de demolición del carril-bici. Fue una de sus promesas electorales, que la había formulado de tal manera que parecía un sueño: "Ya me veo con la espiocha en la mano para hacer añicos el carril-bici".