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GENTE

LA MÚSICA DE BEBO VALDÉS Y EL CIGALA SUENA BAJO TIERRA

Del subsuelo de Madrid salían anoche las notas desgarradas del disco Lágrimas negras de Diego el Cigala y Bebo Valdés. El octogenario pianista cubano y el joven cantaor hicieron de la estación de metro de Nuevos Ministerios un encuentro entre el flamenco y la música cubana, dos músicas de raíces que comparten, según El Cigala, un mismo espíritu: "Es música que está en el aire y nace del alma", dijo.

El concierto de anoche marcó el inicio del programa Agosto en movimiento, que el Ayuntamiento de Madrid ha preparado para "dotar a la ciudad de nuevos lugares de encuentro con la cultura", indicó el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón.

Bebo y El Cigala se miran con mutua admiración. El Cigala le dice "maestro" a Valdés y se deshace en palabras de elogio hacia el gran pianista de la música cubana. "De Bebo aprendo cada día algo nuevo, me ha enseñado a cantar mejor y a ser mejor persona, y como artista es para echarle a comer aparte. Es el artista de los artistas". Bebo Valdés se sonríe, humilde. Se intercambian miradas cómplices y dice que Diego es "una voz insólita con una extensión de voz enorme".

Juntos han realizado una extraña y conmovedora fusión. Con el virtuosismo de Valdés al piano, la voz rasgada de El Cigala interpreta clásicos de la música cubana como Lágrimas

negras, de Miguel Matamoros, o Vete de

mí, que inmortalizara Bola de Nieve, e incluso el Eu sei que vou te amar de uno de los fundadores de la bossa

nova, Vinicius de Moraes. Todo un delirio de sentimiento que Fernando Trueba, con su sello Calle 54, ha sabido reunir.

Los dos coinciden. En este disco hay mucha emoción. El Cigala reconoce que durante la grabación lloró, lloró mucho, y Bebo, al que le cuesta soltar una lágrima, confiesa que también, aunque "yo lloro pa dentro", dijo. A Bebo Valdés y a El Cigala les separan 50 años. "La música trasciende la edad", dice Diego, y lo demostraron anoche, en una sesión en la que reconocen imperó la improvisación y el sentimiento. "Ningún concierto es igual que el anterior porque está marcado por la inspiración", matizó el cantaor.

El grupo teatral Yllana constituirá la próxima parada de las actuaciones en el metro de Madrid. En la estación de la Avenida de la Ilustración representará su obra 666 el próximo 12 de agosto. Un espectáculo que ironiza sobre la violencia a través del encuentro de cuatro convictos en el corredor de la muerte.

El fundador de la Vieja Trova Santiaguera, Reinaldo Creagh, será el encargado de cerrar, junto a su orquesta de boleros, este ciclo de actuaciones en el subsuelo madrileño el próximo 19 de agosto. Una iniciativa que comenzó en 1999, y que quiere hacer del metro algo más que un lugar de tránsito.

El pianista Bebo Valdés y el cantaor Diego el Cigala, durante su actuación en el metro de Madrid.
El pianista Bebo Valdés y el cantaor Diego el Cigala, durante su actuación en el metro de Madrid.BERNARDO PÉREZ

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