Contra la propaganda
Con el reciente derrocamiento de Sadam Husein como trasfondo, Gema Martín Muñoz y Antoni Segura tratan de identificar en sendos ensayos el contexto que ha hecho posible una guerra como la de Irak, realizada al margen de la legalidad internacional y contra el criterio mayoritario de la opinión pública mundial. Tanto Martín Muñoz en Iraq. Un fracaso de Occidente, como Segura en Irak en la encrucijada, insisten en la necesidad de conocer el origen de un Estado creado de acuerdo con los patrones coloniales -el criterio decisivo a la hora de trazar las fronteras no fue otro que el inmediato interés de la metrópoli- para interpretar las claves de una región que ha conocido una situación de guerra casi permanente a lo largo de las dos últimas décadas.
IRAK EN LA ENCRUCIJADA
Antoni Segura
RBA. Barcelona, 2003
270 páginas. 17 euros
IRAQ. UN FRACASO DE OCCIDENTE
Gema Martín Muñoz
Tusquets. Barcelona, 2003
305 páginas. 20 euros
En el caso de Irak, la estra
tegia de dominio ideada por el imperio británico tras la Primera Guerra Mundial acabó colocando bajo un único Estado tres comunidades diferentes -kurdos, chiíes y suníes-, al tiempo que decidía conferir a esta última, la minoritaria, un mayor peso en las instituciones políticas de reciente creación. Irak nacía entonces como Estado con el lastre de un grave desequilibrio estructural, de algún modo presente en la espiral de crisis y convulsiones, cada vez más acelerada y más grave, que ha vivido el país desde su independencia en 1932. A un primer ciclo de revueltas internas y luchas de palacio que concluye con la llegada de Sadam Husein a la cabeza del Estado en 1979, le sucede un segundo ciclo de aventuras exteriores -guerra contra Irán e invasión de Kuwait- que se cierra con la actual ocupación por parte de británicos y norteamericanos.
Martín Muñoz y Segura coin
ciden también al subrayar las letales consecuencias de la apuesta llevada a cabo por las grandes potencias, y en particular Estados Unidos, al pretender que el Irak de Sadam Husein actuase como barrera frente a la revolución islámica de Irán, uno de los polos de reflexión ineludibles, junto al conflicto entre israelíes y palestinos, para comprender la trayectoria política de toda la región. Al margen de que el aventurerismo internacional que pretende defender los propios intereses a través de explotar los desequilibrios ajenos suele acabar siempre en el desastre, en el caso concreto de Irak, el apoyo internacional a Sadam contra Jomeini no podía más que provocar tensiones adicionales en las originarias fracturas del país, si bien los chiíes iraquíes antepusieran, en términos generales, la solidaridad nacional a la religiosa durante la guerra contra Irán. La situación cambiaría tras la invasión de Kuwait y la derrota de Sadam Husein, seguida por unas revueltas de chiíes y kurdos brutalmente reprimidas ante la pasividad internacional, que las había, no obstante, visto con buenos ojos e incluso alentado.
Resulta sumamente ilustrativo seguir en ambos trabajos la evolución de la actitud estadouniense hacia la legalidad internacional relacionada con Irak, si bien es Martín Muñoz quien tal vez se concentre de una manera más extensa sobre la cuestión. Arrancando del mandato de Bush padre, y atravesando la totalidad del de Bill Clinton, la diplomacia norteamericana ha ido sustituyendo progresivamente el objetivo de desarmar a Sadam Husein, establecido con claridad en diversas resoluciones, por el de derrocarlo, una cuestión sobre la que Naciones Unidas nunca se ha pronunciado. A través de este hilo conductor se puede advertir que la decisión de atacar a Irak hecha pública en las Azores no disponía tanto de un aval de la legalidad internacional como pretendían sus promotores, cuanto de una situación de hecho en la que Estados Unidos llevaban más de una década interpretándola a su manera, por no decir vulnerándola.
Con sus respectivos ensayos, en gran medida coincidentes, Gema Martín Muñoz y Antoni Segura ponen a disposición de los lectores españoles dos excelentes instrumentos para conocer el reverso de una crisis internacional en la que, como se puede ver en estos días, parece primar la propaganda sobre el conocimiento.
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