Fiambres para cenar
Quisiera mostrar mi asombro ante la normalidad con la que las televisiones españolas, públicas y privadas, nos han puesto para cenar, en presencia de toda la familia, las imágenes de los cadáveres horriblemente mutilados de los hijos de Sadam Husein. Mi hija de 6 años tiene pesadillas... la culpa es mía, los informativos televisivos son programas sólo aptos para mayores sin reparos. Todavía podría haber sido peor, junto a Uday y Qusay también murió el hijo de este último, Mustafá, y nadie nos ha mostrado su cadáver destrozado... ¿Sensibilidad? No. Todo lo contrario. Se pueden mostrar dos trozos de carne picada en prime time, pero si es la de un niño, aunque sea hijo de un malo malísimo, no interesa ponerla en el mostrador, no vaya a ser que los telespectadores se pregunten el porqué de tanto dolor.
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