Beneficios a la baja
La capacidad de maniobra de los inversores empieza a reducirse al ámbito de los beneficios empresariales, toda vez que la actividad económica parece incapaz de remontar el vuelo a lo largo del verano.
Los resultados de empresas españolas correspondientes al primer semestre conocidos ayer provocaron cierta volatilidad al abrir la horquilla de precios, en unos casos por arriba y en otros hacia abajo. En cualquier caso, los datos publicados ayer -Iberia y Repsol YPF estaban entre los más importantes- indican que la actividad empresarial sigue sufriendo las consecuencias de un entorno económico deprimido y de una situación internacional compleja.
Ante ese panorama, los inversores limitan su actuación a los plazos cortos, aprovechando las reacciones puntuales de los valores ante las noticias que se van publicando, pero sin intención ninguna de permanencia más allá del cierre de la sesión. La contratación se resiente con ello y ayer se negociaron tan sólo 1.600,85 millones de euros, con cerca de 300 millones generados mediante operaciones institucionales, actividad que también empieza a frenarse en los últimos días.
El Ibex 35 abrió al alza, aunque con algunos titubeos provocados por los altibajos de los grandes valores. La apertura de Wall Street, con grandes altibajos, enfrió los ánimos de los inversores, pero no hasta el punto de anular todo lo ganado, con lo que al final del día el mercado español subía el 0,87% para cerrar en 6.984,30 puntos, y tras haber conseguido superar por algunos minutos el nivel de los 7.000. El índice general de la Bolsa de Madrid ganó el 0,75% y quedaba en 737,57.
El resto de los grandes mercados europeos mantuvo una trayectoria similar, con un arranque positivo, algunos altibajos posteriores y un final influido por la orientación negativa de Wall Street, que a media sesión cedía el 0,17%. La Bolsa de París ganó el 0,96%; la de Londres, un 0,10%, y Francfort subía el 0,28% unos momentos antes del cierre.
