No se crea todo lo que encuentra en Internet
LA RED SE HA CONVERTIDO en un medio eficaz de mercadotecnia, porque ahora la gente que se conecta tiene intereses más amplios que los fanáticos y profesionales de la tecnología de hace unos años. También se ha incrementado la competencia y los clientes se han vuelto más escépticos. Y, además, todavía existen ciertos tipos de engaño que son más fáciles en la Red.
El mes pasado se enviaron un millón de correos electrónicos a los consumidores norteamericanos alertándoles sobre un posible fraude y dirigiéndoles a una página que parecía formar parte de BestBuy.com. Se les animaba a proporcionar sus números de tarjeta de crédito y de Seguridad Social para comprobar si se había realizado alguna compra fraudulenta en su nombre. Era un timo. Best.Buy.com no tenía nada que ver.
'Socio de márketing' es alguien a quien la página le vende su nombre. Eso significa que le pueden llegar muchas ofertas para las que no pensaba que estaba registrado
La manera de evitar los fraudes consiste en estar familiarizado con Internet. Hay que verlo como la nueva versión de la "introducción a los medios de la información"
Hay algunas pautas que los usuarios pueden seguir para hacer un uso más inteligente de la Red y evitar las estafas. A menudo, la manera de evitarlas consiste en estar familiarizado con Internet. Hay que considerarlo como la versión moderna de "introducción a los medios de información", en la que se enseña a los estudiantes a analizar los medios para comprender parte de la verdad.
La misma transparencia e ingenuidad de las que se aprovechan los estafadores, así como un poco de sentido común, puede ayudarle a mantenerse alejado de los timos de Internet. Para convertirse en un experto en Internet, lo que usted necesita es un escepticismo bien informado y ciertos conocimientos sobre cómo la tecnología puede ayudarle a decidir si está tratando con una organización seria.
Compruebe la dirección de la página web y asegúrese de que está bien escrita: www.e-bay.com no es lo mismo que ebay.com. Recuerde que www.whitehouse.com es una página porno, no la de la Casa Blanca (www.whitehouse.gov).
Si teclea direcciones parecidas a éstas, llegará a alguna que es evidentemente errónea, con publicidad, parodias o pornografía a cambio de su dinero. Si ha seguido un enlace desde algún otro sitio, puede haberse dirigido a una página que se hace pasar por la verdadera, pero que en realidad encubre ciertos propósitos fraudulentos. Desconfíe de las páginas que le solicitan información personal, como haría si un extraño le llama por teléfono.
Por lo general, podrá encontrar los datos para contactar con una página web auténtica a simple vista, aunque a veces incluso las páginas legítimas lo ponen bastante difícil para saber cómo ponerse en contacto con ellas. Si no es capaz de descubrirlo, ¿está seguro de que quiere relacionarse con alguien que dificulta tanto el contacto directo?
También puede descubrir quién está detrás de una página comprobando la base de datos de quienes se han registrado en el dominio (Whois). Hay varias páginas desde donde puede hacerlo. Algunas de las más fáciles son www.networksolutions.com/en-US/whois/index.jhtml o www.WhatismyIPaddress.net. Por desgracia, no todos los datos que aparecen en Whois son precisos.
Al igual que ocurre en el mundo físico, si algo parece sospechoso, probablemente lo sea. Si usted cree que todo está bien, tal vez quiera comprobarlo. No se arriesgue más de lo necesario. Registrarse con una dirección de correo electrónico es una cosa; introducir el número de su tarjeta es otra. En caso de duda, llame al número de teléfono que le ofrecen, o escriba un correo.
Han aparecido algunos servicios de carácter semicomercial que facilitan todo esto, páginas que recogen opiniones y valoraciones, como epinions.com, o el sistema que eBay ofrece a sus numerosos compradores y vendedores. O, simplemente, entre en el buscador Google, teclee el nombre de cualquier organización y conozca las opiniones de los demás. Si añade "+ complaint" (reclamación) a la búsqueda, ésta se reducirá.
Desconfíe, también, de las quejas. Algunas pueden proceder de clientes poco razonables y otras de la competencia que se hace pasar por un cliente. Es muy difícil comenzar un negocio que aún no se ha forjado ninguna reputación, pero usted no tiene por qué sentirse obligado a ser el primero en darle una oportunidad porque le provoca lástima.
Fuera de Internet, es el sentido común el que controla nuestras opiniones. En la Red debería ocurrir lo mismo. La mayoría de las personas bien informadas sabe en qué publicaciones puede confiar de todas las existentes en un quiosco. En EE UU los lectores pueden ver fácilmente las diferencias entre The Wall Street y The New York Post.
En la Red, muy pocas páginas tienen una reputación establecida, y las más conocidas a menudo se limitan a señalar otras fuentes. En realidad, la utilidad de Internet consiste en que facilita el camino para ir más allá de "las fuentes habituales". Es como si tuviera un quiosco con miles de publicaciones, pero no conociera el historial ni la credibilidad de ninguna de ellas. Hágase estas preguntas: ¿Quién está detrás de la página? ¿El contenido está patrocinado por anunciantes que quieren venderle algo, o lo patrocina alguien con un determinado enfoque político?
Y lea la documentación. La mayoría de las páginas tiene una política de confidencialidad ilegible, pero léala de todas formas. Cuando lo haga, recuerde que un "socio de márketing" (marketing partner) es alguien a quien la página vende su nombre. Eso significa que le pueden llegar muchas ofertas para las que ni siquiera pensaba estar registrado. Tenga claro de dónde le llegan las cosas. Y si no encuentra respuestas creíbles, vaya a otro lado.
Edventure Holdings, Inc. distribuido por Los Angeles Time Syndicate
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