"La vida está llena de códigos"

Diego Pablo Simeone, el Cholo, se pasea con un séquito de hinchas pisándole los talones. Ha regresado al Atlético, a sus 32 años, después de seis de ausencia y añoranza confesada. "Ole, ole, ole, Cholo Simeone", resuena por el vestíbulo del hotel de concentración rojiblanco. Parece que llevase una charanga incorporada. Simeone, ojos entrecerrados de mirada azul de calidad líquida, lleva el cuello del polo levantado, casi acariciándole el mentón. Se sienta, extiende las manos, observa la libreta y sonríe. "¿Empezamos?"

Pregunta. ¿El Atlético se había convertido para usted en una obsesión?

Respuesta. La verdad es que desde que me marché hace seis años he tenido a este equipo en mente. Cada final de temporada pensaba en regresar. No sé por qué es como el anuncio ese en que un niño le pregunta a su papá por qué son del Atleti, no sabría explicarlo con palabras.

"Yo siempre animo en la caseta, pero hasta los 24 años me tocó oír a los más veteranos"

P. O sea, que no estaba a gusto en Italia

R. Al contrario, estaba muy bien y dejé un gran recuerdo allí. Todo lo que he vivido allí, tanto en el plano personal como en el profesional ha sido muy bueno. Los números no engañan y yo allí lo he ganado casi todo.

P. Entonces, ¿Dejó en Madrid alguna cuenta pendiente?

R. No, no dejé nada.

P. Vuelve a España, a un fútbol muy distinto

P. Desde luego hay diferencias. En Italia se hace un fútbol muy intenso y con muchos menos espacios. Por ejemplo, allí la mayoría de los laterales son centrales reconvertidos, mientras que en España les encanta subir la banda. Con lo que no estoy de acuerdo es con la típica frase de que allí el juego es peor. Sencillamente, es distinto. Ni mejor ni peor.

P. Y aquí se ha encontrado con un técnico que era un desconocido cuando usted se marchó ¿Qué opina de Manzano?

R. No puedo juzgar aún, pero he escuchado que es una persona muy transparente y muy tranquila. Esas características a un equipo le hacen mucho bien. Es importante que el técnico mantenga una línea regular porque todos los conjuntos tienen momentos buenos y momentos malos. Me recuerda a Sven Goran Eriksson, que siempre conservaba la frialdad, incluso un día que perdimos con el Roma, el gran rival del Lazio, por cuatro a cero.

P. ¿Por qué es usted tan importante en el vestuario? ¿Qué hace o qué dice?

R. Cada uno se hace su película y dice lo que quiere. En realidad, yo no hago nada distinto que otros jugadores. No es bueno decir que con uno el grupo va a funcionar, eso ya lo dirá el destino. Cada uno tiene el carácter que tiene y yo siempre he animado y he sido igual desde los 24 años.

P. ¿Y por qué desde los 24?

R. Porque antes era más joven y me tocaba escuchar a los más veteranos.

R. Cuando se enteró que el Atlético estaba en Segunda ¿se lo podía creer?

P. Sentí una enorme tristeza. Además, más allá de mi cariño o de los aficionados, perdía la Liga española porque el Atleti es un grande. De hecho, demostró lo grande que es en Segunda saliendo con muchas dificultades de allí. Los jugadores que sufrieron la frustración de no subir y se quedaron al año siguiente no se vinieron abajo. Eso demuestra muchísima personalidad.

P. Dicen que cuando se fue los árbitros le tenían señalado por ser un jugador muy brusco.

R. No me interesa contestar eso. Es un tema del periodismo.

P. Desde que usted se fue se ha agrandado la diferencia con el Madrid...

R. Ellos tienen un gran poder económico y eso les facilita contratar a todos los cracks. Me imagino que a sus aficionados les hará ilusión tener a tantos jugadores buenos.

P. ¿Y Beckham?

R. Es un grandísimo jugador que no tardará en adaptarse.

P. De su época no queda nadie, y algunos, como Toni, están en los despachos

R. Eso es bueno. Está muy bien que la gente que quiere al club se quede en el club. Son los que mejor lo van a defender.

P. Lo que no cambia son los líos en el Atletico.

R. Bueno, es una de las características de la entidad. Pero este año los líos se van a quedar de la caseta hacia dentro.

P. Otra vez en Los Ángeles de San Rafael, ¿Siente que el tiempo se ha detenido?

R. Es una sensación rara. Aunque la verdad es que hay cosas que han cambiado, por ejemplo, el hotel es mucho más coqueto. Me gusta este sitio, recuerdo cuando el grupo del doblete pedimos al técnico venir un jueves antes del penúltimo partido de Liga para concentrarnos. Es raro que un futbolista quiera concentrarse, pero sentíamos que lo necesitábamos. Este sitio es especial.

P. Han cambiado muchas cosas, por ejemplo, el fútbol parece que se ha desinchado económicamente.

R. Es cierto. Antes hubo un periodo de demasiado movimiento de dinero. Ahora los poderosos sobreviven y los demás se tienen que adaptar. En dos o tres años creo que todo se habrá estabilizado.

P. ¿Perdió dinero por venir?

R. Sí, pero no me importaba. También estaba dispuesto a ganar menos el año pasado y al final no vine por otros motivos.

P. Y ahora ¿dónde se ve en el campo?

R. He jugado mucho de medio y de central. El puesto de zaguero me interesa.

P. ¿Se empieza a sentir mayor?

R. Hombre, no estoy igual que con quince años, pero esto es como el vino, que cuanto más viejo mejor.

P. ¿Cuáles deben ser las señas de identidad del Atlético?

R. Eso dependerá del entrenador. Nosotros tendremos que seguir lo que él diga absolutamente y creer totalmente en él. Creo que nosotros no tenemos que pensar nada más allá del domingo siguiente. No podemos pensar en objetivos.

P. ¿Dónde aprendió el famoso código del vestuario?

R. No es del vestuario, es de la vida. La vida está llena de códigos, luego hay gente que los respeta y otra que no. Es un estilo. Hay gente con principios y otros sin ellos.

P. Y, fuera del fútbol, cambia una capital, Roma, por otra, Madrid

R. Roma es preciosa. He dejado allí muy buenos amigos. En Madrid retomaré mi vida de antes, que era maravillosa.

P. ¿Qué siente al ver que cada vez que se juntan más de dos atléticos cantan aquello del "Ole, ole, ole, Cholo Simeone"?

R. Es muy lindo y estoy muy orgulloso del afecto que me demuestran, pero también siento mucha responsabilidad porque la gente cree en mí.

P. ¿Se retirará en el Atletico?

R. Pronto no, desde luego. Se verá en el futuro, pero sí.

P. ¿Cómo pasa el rato en la concentración?

R. Oyendo la música rock del Mono Burgos, con el que comparto habitación, y leyendo cualquier cosa que cae en mis manos, sobre todo, libros de bolsillo.