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Crónica:MOTOCICLISMO | Gran Premio de Alemania
Crónica
Texto informativo con interpretación

Espectacular maniobra de Gibernau

El piloto catalán gana en el circuito de Sachsenring tras adelantar a Rossi en la última curva de la carrera

Sete Gibernau, el treinteañero piloto barcelonés, consiguió ayer en el circuito alemán de Sachsenring una de esas victorias que permanece grabada en la retina de los aficionados durante mucho tiempo. La carrera, la novena del Mundial, estuvo marcada por el intenso e imprevisible duelo que mantuvieron Valentino Rossi y Gibernau, quien en los últimos metros pulverizó de forma espectacular las intenciones del campeón del mundo italiano, que aún debe estar dándose cabezazos en la almohada. Osado y perseverante, el piloto catalán obtuvo en los últimos metros su cuarta victoria de la temporada. Lo hizo adelantando a Rossi cuando éste ya daba por seguro que cruzaría la línea de meta el primero. Pero el italiano midió mal; tan mal que el triunfo se le resbaló de las manos en el último suspiro.

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Gibernau, quien junto con su equipo estalló de júbilo en cuanto cruzó la meta, no sólo salió reforzado de Sachsenring, sino que dio lustre a la actuación de los españoles, que fueron de menos a más: Dani Pedrosa y Pablo Nieto acabaron cuarto y quinto, respectivamente, en 125; y en 250 Fonsi Nieto acabó segundo tras realizar una excelente carrera.

Pero fue Sete Gibernau quien con su Honda acaparó finalmente el protagonismo tras una carrera vibrante. El piloto catalán le está dando vidilla al Mundial de motoGP. Tras ganar en Suráfrica, Francia, Holanda y Alemania, mantiene vivas sus opciones de destronar a Rossi, tarea que se presenta ardua, sobre todo teniendo en cuenta el amargo regusto que le habrá quedado al italiano después de la humillante derrota que le infligió ayer su rival español. El presumible desquite, sus ganas de resarcirse, auguran una próxima carrera, el próximo 17 de agosto en la República Checa, apasionante.

La escena se producirá muy pocas veces. Que a un campeón del mundo como Valentino Rossi, curtido en cientos de batallas, se le cuele como se le coló Gibernau en la última recta, es algo inaudito. "Al ver que se abría en la última recta no dudé en cerrar mi trayectoria para salir acelerando antes que él", explicó el catalán, quien dio buena cuenta del exceso de confianza, para muchos un error infantil, quizá ambas cosas, del piloto italiano, que suma una victoria menos que Sete.

"En la salida", explicó Gibernau, "había que estar muy pendiente, pues sabíamos que si Rossi salía bien y se colocaba delante intentaría tirar para abrir un hueco rápido y así rodar cómodo el resto de la carrera. Por eso tuve que emplearme al máximo para adelantar a otros corredores y situarme tras él cuanto antes".

En efecto, Rossi tomó el mando de la carrera enseguida. A ello contribuyó la nefasta salida de Max Biaggi, quien echó por tierra la privilegiada posición que se ganó en los entrenamientos: cayó hasta la décima posición una vez completada la primera vuelta. El piloto romano se vio obligado a remontar para enlazar con Rossi, el australiano Troy Bayliss (Ducati) y Gibernau. En apenas ocho giros, Biaggi se unió al grupo de cabeza. Su objetivo entonces consistió en superar a Bayliss, algo que hizo en el ecuador de la prueba. Ya era tarde: Rossi y Gibernau habían tomado la suficiente ventaja para disputarse ambos la victoria. Biaggi, en su intento por cazarles, se fue al suelo.

El duelo entre Rossi y Gibernau estaba servido. El catalán demostró que es tan solvente con el piso mojado como seco, tal y como ocurrió ayer en Sachsenring, donde el calor fue sofocante. A falta de nueve vueltas, Gibernau adelantó a Rossi. Pegados como lapas anduvieron durante el resto de la carrera. Todo apuntaba a que el italiano apuraría hasta la última vuelta para hacer añicos las aspiraciones del español. Así fue. Tres curvas antes de la línea de meta, Rossi superó al catalán y se lanzó decidido hacia su cuarta victoria de 2003. Sin embargo, midió mal, o quizá subestimó a Gibernau, quien dio una lección de perseverancia y acabó celebrando a lo grande la victoria.

Sete Gibernau, por delante del italiano Valentino Rossi, en la prueba de ayer de MotoGP del Gran Premio de Alemania.
Sete Gibernau, por delante del italiano Valentino Rossi, en la prueba de ayer de MotoGP del Gran Premio de Alemania.REUTERS

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