Atletismo en la sangre
Ruth Beitia, primera española que salta dos metros en altura
El atletismo flota en la sangre de Ruth Beitia. "Una vez llegamos a correr mis padres y mis hermanos en la misma prueba de cross", dice la única atleta española que ha alcanzado la frontera de los dos metros en el salto de altura. Durante el Campeonato de España de Federaciones, celebrado el pasado sábado en Avilés (Asturias), Beitia batió el récord nacional y logró la quinta mejor marca del año, una gesta que la sitúa a rebufo de la élite mundial. Poco antes de ejecutar el mejor salto de su vida, Ruth refrescó su memoria, la llenó de aquellos gestos de sus cuatro hermanos, de sus padres, cuando ansiaban dominar la superación de si mismos.
A sus 24 años, Ruth apenas contempla la posibilidad de alejarse de su Santander natal. "Soy muy casera y sólo al lado de los míos puedo tener estabilidad", asegura. Su familia es gente de atletismo, personas que pronto conocieron el significado del sacrificio. Beitia también. "Mi hermana y yo, las pequeñas, seguimos en activo y mis hermanos, como mis padres, fueron atletas". Beitia empieza a reír. "Me quedan dos centímetros para rebasar el récord de la casa". Porque Ruth Beitia, además del salto de altura, modalidad en la que con Marta Mendía, "una de mis mejores amigas", constituyen la referencia española, se aventura de vez en cuando en otras pruebas, como el salto de longitud.
Los malos momentos
La atleta santanderina difícilmente puede enmascarar la alegría, así que aprovecha cualquier instante durante la conversación para recordar con una sonrisa, aunque no toda su trayectoria ha resultado tan feliz. "La temporada 1998-1999 fue espantosa. Nos cambiaron la pista en la que entrenábamos en Santander y sufrí varias lesiones de rodilla y espalda, por lo que el año lo pasé en blanco". Siempre con la ayuda de su entrenador, Ramón Torralbo, toda la vida puliendo sus defectos, Beitia consiguió enterrar el miedo y afrontar con valentía algunos retos, como los Mundiales de París del próximo mes o los Juegos Olímpicos de Atenas de 2004. De momento, Beitia encadena plusmarcas en España, ya que a los 1,96 metros que registró el pasado mes de junio en Rivas Vaciamadrid, obtiene ahora los dos metros.
"Me cuesta mucho creer lo que he logrado. Cuando superé los 1,97 metros en Avilés, me convencí de que podía mejorar. Así que me fui a por 1,99 metros y lo logré también. No sabía entonces si reír o llorar. Mi entrenador me dijo: 'hoy es el día'. Así que intenté saltar dos metros y... No puedo creerlo". Para conocer la gloria, Beitia tuvo que trabajar duro; tuvo que renunciar a sus gustos. "Empecé a trabajar con las pesas, algo que nunca me ha gustado, pero que me ha servido para ganar en fuerza y técnica. También pusimos mucho énfasis en la concentración. Debo seguir por ese camino". Cuando Ruth habla de sus objetivos, habla de humildad, de sacrificio diario, de ser feliz. "Porque soy una persona normal y corriente: salgo con mi novio, con mis amigos, como de todo, no puedo pasar una comida sin vino". Ruth guarda silencio. Luego empieza a reír. "Bueno, acabo de descubrir el punto de cruz, me encanta". Y más risas.
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