"Telefónica perdió el control de Terra"

Wanadoo presenta mañana sus primeros resultados semestrales desde que Olivier Sichel tomó el mando de la compañía. Sichel (Estrasburgo, 1967) llegó a la presidencia del proveedor de acceso a Internet de France Télécom (FT) el pasado enero, después de que las pésimas cuentas de FT -perdió casi 19.000 millones de euros en 2002, los peores resultados de una empresa pública francesa- arrastraran a su presidente, Michel Bon, y a uno de sus hombres de confianza, el entonces responsable de Wanadoo, Nicolas Dufourcq. Sichel ya era parte del equipo directivo de Wanadoo desde 2000, como director del negocio de comercio electrónico, pero antes trabajó dos años para la casa madre, FT.

Wanadoo, que opera en Francia, Reino Unido, Holanda y España, desembarcó en nuestro país en octubre de 1999, cuando Uni2 -la filial española de telefonía de France Télécom- compró el proveedor de Internet CTGV-JET. Hace un año, en julio de 2002, Wanadoo adquiría Eresmas, la filial de Internet de Auna, convirtiéndose en el número dos, tras Terra.

"Sólo estamos fuera de FT desde el punto de vista del capital, y es muy inteligente porque es lo que nos ha permitido financiar el crecimiento"

"Las decisiones, en Wanadoo, las tomo yo, como presidente. Pero no estoy en conflicto con FT, como Terra lo estaba con Telefónica"

Desde que llegó a la presidencia de Wanadoo, Sichel puso números a sus objetivos: un crecimiento para 2003 del 30% de los ingresos y la multiplicación por tres de su cifra de Ebitda (beneficio bruto operativo). Y asegura que lo va a cumplir.

Pregunta. ¿Cómo va a triplicar su beneficio operativo? ¿Simplemente creciendo, o va a recortar gastos?

Respuesta. Principalmente, vamos a lograrlo mediante el crecimiento. En este momento, Wanadoo tiene 8,8 millones de clientes en Europa, lo que significa que ya tenemos escala suficiente para poner en común muchas de nuestras herramientas, como el correo electrónico o el desarrollo de productos. Gracias a esa economía de escala podemos aumentar nuestra rentabilidad.

P. ¿Y dónde va a crecer?

R. Estamos pensando en nuevos mercados, pero no geográficamente. Somos el número uno en Francia, con el 38% del mercado, y en el Reino Unido. Somos un fuerte número dos en España, y entre el dos y el tres en Holanda. Pero queremos desarrollar nuevos negocios en Internet. En Francia, por ejemplo, estamos lanzando un servicio de acceso a Internet mediante tecnología wi-fi [sin cables] y espero que lo lancemos pronto en España.

P. ¿Y no están interesados en otros países como Italia?

R. En Italia hay una empresa llamada Wind que es parte del grupo France Télécom, y teníamos acuerdo de no competencia con ellos. Ahora esa participación está vendida, así que podríamos hacerlo, pero en este momento ya tenemos un auténtico perfil europeo. T-Online [filial en Internet de Deutsche Telekom] dice que es líder en Europa, pero es número tres en España [con ya.com], y entre el cuatro o cinco en Francia. Eso es todo. Nosotros somos el número uno o el dos en cuatro grandes mercados europeos. Así que no, no tenemos interés en otros países. Somos ya bastante grandes, y tenemos perspectivas de crecimiento en cada mercado.

P. Pero siguen realizando el 71% de sus ingresos en Francia.

R. La cifra ya está cambiando, porque el crecimiento de nuestras operaciones internacionales es mayor que el de las nacionales. Nuestro negocio en los directorios, por ejemplo, en Francia, crece entre el 5% y el 7%, y el internacional aumenta un 40% o 50%, e incluso un 60%. Queremos centrarnos en el negocio internacional; por eso he reorganizado la compañía y el comité ejecutivo hace dos meses, en el que está Antonio [Anguita, consejero delegado en España] y el resto de los directores generales. Así puedo entender mejor lo que quieren los clientes españoles y lo que necesitan los empleados de Wanadoo España. El 30% de nuestra gente ya trabaja fuera de Francia.

P. Pongámoslo de otro modo. Cuando vendieron Wanadoo Bélgica, en febrero, y se anunció un plan de reestructuración en FT, hubo muchos rumores sobre la posible venta del resto de filiales de Wanadoo, porque se decía que FT no tenía interés en ellas. ¿Hay intención de hacerlo?

R. La situación en Bélgica era muy distinta. Éramos el número cinco y no había posibilidades de que ser el uno o el dos, ni de ser rentables. La mejor opción era vender la compañía a Tiscali. En España, Wanadoo tiene el 34% del mercado, va a cerra el año con Ebitda y 1,5 millones de clientes. Con Holanda también estamos muy satisfechos.

P. Ha pasado un año desde la compra de Eresmas. ¿Cómo ha funcionado la integración?

R. Ha sido un gran éxito, de verdad. La integración fue muy rápida. Poco después de hacerla lanzamo un producto, ADSLgo, que ha sido un gran éxito comercial, y la integración del equipo se consiguió en tiempo récord.

P. ¿Echa en falta algo?

R. No, la verdad. Antes de la integración de Eresmas nos faltaba tamaño crítico. Ahora somos un fuerte número dos y una alternativa real a Telefónica.

P. ¿Se incrementa la posibilidad de ser número uno tras la OPA de Telefónica sobre Terra?

R. Creemos que es una clarificación del mercado. Lo que pasó es que Telefónica perdió el control de Terra, y hay una gran diferencia entre esta situación y la que existe en Wanadoo y FT. France Télécom tiene el 70% de Wanadoo, yo estoy en el consejo de la matriz, y todo el I+D que desarrollan los 3.000 ingenieros de FT nos beneficia, como por ejemplo ha pasado con nuestro producto wi-fi. Tenemos un gran apoyo de la compañía. Wanadoo es parte de FT, lo que, según tengo entendido, no era el caso de Terra. Así que creo que es una clarificación, porque Terra estará integrada en Telefónica como Wanadoo lo está en FT. También creo que clarifica el negocio, ya que el acceso a Internet es, al final, parte del negocio de las empresas de telecos, no es un negocio de medios, porque lo que los usuarios hacen con Internet es principalmente comunicarse. Sólo conozco una excepción, Yahoo!, que sí funciona como un negocio independiente. El portal tiene sentido cuando está muy integrado en el negocio del acceso. Por eso creo que es una buena clarificación.

P. Telefónica dice que lo que hace es, precisamente, reintegrar su proveedor de acceso a Internet en la teleco. ¿Pasará con Wanadoo o sigue teniendo sentido que las telecos como FT mantengan negocios de Internet independientes?

R. Es que nosotros ya estamos dentro. Yo empecé a trabajar en FT, y en todo lo que hacemos tenemos en cuenta a la compañía. No sería inteligente trabajar de forma independiente. Cuando lanzamos nuevos productos pensamos en servicios integrados; por ejemplo, con Orange [la filial de telefonía móvil de FT]. Estamos dentro. Sólo estamos fuera de FT en una cosa, desde el punto de vista del capital, y sacar la empresa a Bolsa fue muy inteligente, porque es lo que nos ha permitido comprar Eresmas, Freeserve y QDQ, y financiar nuestro crecimiento.

P. ¿Es entonces FT la que toma las decisiones en Wanadoo?

R. Las tomo yo como presidente y consejero delegado, pero no estoy en una situación de conflicto con FT como Terra lo estaba con Telefónica. T-Online está en la misma situación que nosotros, y les va bastante bien.

P. La Comisión Europea ha impuesto a Wanadoo una multa de 10 millones de euros por prácticas contra la competencia. ¿Cuál es su postura ante la sanción?

R. Lo primero que debo decir es que me sorprendió que antes de que la decisión fuera oficialmente tomada hubiera rumores tan precisos en la prensa una semana antes de la reunión de la Comisión Europea [se publicó en Financial Times]. En segundo lugar, en Francia el mercado del ADSL es uno de los más abiertos de Europa. Wanadoo tiene el 60% del mercado. En Alemania, T-Online tiene el 90%; en España, Telefónica controla cerca del 80%; en Gran Bretaña, BT posee el 80%. Además, la razón por la que hemos sido multados es porque nuestros costes son más altos que los precios a los que vendemos el ADSL. El precio es de 45 euros, mientras todos nuestros competidores lo están vendiendo a 30 euros. Ellos están anticipando que los precios van a bajar; todo el mundo lo está haciendo en este negocio. Así que creo que tenemos una buena base para apelar. Pero nos hemos sorprendido mucho.