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EL ENREDO
Columna
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El hecho cine

1. Siguiendo los pasos dados en Francia

El Gobierno quiere garantizar que las futuras generaciones estarán preparadas para los desafíos de la España de 1972

, un grupo de expertos ha elaborado una lista de 25 películas para proyectar en las escuelas durante el curso que viene. Se trata de introducir en la enseñanza el lenguaje audiovisual, que, a pesar de haber revolucionado el siglo pasado, no encuentra hueco en la enseñanza. Eso dicen los expertos. En Alemania. Me llamó la atención la noticia, porque compartía pantalla en la web de la SER con la presentación del temario de la asignatura Hecho Religioso a cargo de dos obispos. Más modernos no podemos ser en España: obispos en pareja. La responsable de educación socialista, Carmen Chacón, dijo: "Es grave". No lo de la pareja de obispos, sino que los obispos presenten el temario de la escuela pública. No es para tanto, mujer. A lo mejor uno de los obispos era aconfesional.

2. Es habitual que en España

se confundan las instituciones, y unos hablen en nombre de otros sin venir a cuento. En este curso político, Botella ha sido portavoz de Exteriores, y el ministro del Interior, del Supremo. ¿Qué tiene de raro que un obispo presente los planes educativos? Pero a la izquierda le encantan los adjetivos. Trillo envía soldados a Irak, para garantizar la paz y tal y cual, y Caldera lo rechaza por "peligroso". Llamazares, como es más de izquierda, lo rechaza por "muy peligroso". Alguien aún más a la izquierda lo rechazaría por "superpeligroso total", y así hasta el día en que se agoten los adjetivos y la izquierda se dedique a lo sustantivo.

3. A muchos les resulta chocante

que en Gran Bretaña y EE UU se viva un escándalo por las mentiras de la guerra, y en España, no. Es que, en España, que el presidente del Gobierno mienta nos parece lo normal. Para eso se compró televisiones, ¿no? Él está en otra onda. En un nuevo arranque fórmula Aznar, 50% testosterona, 50% modernidad, ha ordenado a sus presidentes autonómicos que los niños estudien los ríos de España. Con hombres así, para qué queremos autonomías. Si Aznar decide sobre materias de competencia autonómica, nombra al presidente del Senado, a la concejala de Asuntos Sociales de Madrid, al sucesor, y controla a jueces y fiscales, ¿para qué necesitamos un Estado tan sofisticado como el español?

4. En su recta final, Aznar

está obsesionado con la educación. Los científicos advierten de un déficit en matemáticas y él lo combate: "Que en las escuelas se estudie la multiplicación de los panes y los peces". Bromas aparte, el Gobierno quiere garantizar que las futuras generaciones estarán perfectamente preparadas para los desafíos de la España de 1972. Permítanme que insista en lo del cine: debería pensar Aznar que, si la televisión generalista y el comercio de videoclubes siguen el curso que llevan, la única forma que tendrán los niños de saber quién fue Cary Grant será apuntarse a Digital +, con el consiguiente beneficio para Polanco. ¡A ver si estamos a lo que estamos, presidente! Pilar del Castillo, tan actual, debería promover el cine en la escuela, aunque fuera con un cura en el proyector para tapar los besitos. Feliz agosto a tod@s.

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