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Columna
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'Parlem valencià'

La Acadèmia Valenciana de la Llengua ha aprobado una declaración institucional instando con urgencia a las instituciones valencianas a que asuman el compromiso de promocionar el valenciano según se indica en el Pacte pel Valencià. Por su parte, el president Camps ha pedido a todos los consejeros que se expresen en valenciano durante las sesiones del Consell. Estas llamadas a hacer uso de la lengua propia, que en un país normal serían inimaginables, e incluso podrían tomarse a broma por pedir una obviedad, en este País Valenciano de nuestros pecados estas peticiones resultan, no sólo necesarias sino también muy puestas en razón y dignas de ser tomadas muy en serio. Después de 20 años de vigencia del Estatuto, en el que se afirma que el valenciano es la lengua propia de este pueblo, todavía tenemos que esforzarnos y tomar medidas para conseguir que la realidad confirme lo que el Estatuto proclama. Es decir, tenemos que esforzarnos para no dejar al Estatuto como mentiroso. Por eso decía que hay que tomarse muy en serio estas peticiones y no recurrir a la broma que es lo que sucedería si estuviésemos en un país "normal". El president ha dado muestras, desde el primer momento en que tomó posesión, de querer llevar a cabo una política de "valencianización". Su antecesor no estuvo por la labor, entre otras cosas porque lo suyo era aprovechar el paso por la Generalitat para promocionarse y dar el salto a Madrid. Allí está bien, y Dios le conserve por muchos años. Sólo falta que deje en paz a su sucesor, que ya es mayorcito para saber lo que hace, y que no maree.

Y cambiando de tercio permítaseme terminar con este estrambote: el ministro Michavila acaba de declarar lo siguiente: "El PP ha entendido que la Justicia no puede depender de mayorías políticas". ¡Bingo! Decir esto el ministro del ramo, después de estar viendo estos días el tejemaneje que el gobierno del PP se lleva con fiscales y jueces, poniendo y quitando, quitando y poniendo a su antojo y conveniencia, es para nota. Para nota de cemento armado, claro.

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