_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

'Parlem valencià'

La Acadèmia Valenciana de la Llengua ha aprobado una declaración institucional instando con urgencia a las instituciones valencianas a que asuman el compromiso de promocionar el valenciano según se indica en el Pacte pel Valencià. Por su parte, el president Camps ha pedido a todos los consejeros que se expresen en valenciano durante las sesiones del Consell. Estas llamadas a hacer uso de la lengua propia, que en un país normal serían inimaginables, e incluso podrían tomarse a broma por pedir una obviedad, en este País Valenciano de nuestros pecados estas peticiones resultan, no sólo necesarias sino también muy puestas en razón y dignas de ser tomadas muy en serio. Después de 20 años de vigencia del Estatuto, en el que se afirma que el valenciano es la lengua propia de este pueblo, todavía tenemos que esforzarnos y tomar medidas para conseguir que la realidad confirme lo que el Estatuto proclama. Es decir, tenemos que esforzarnos para no dejar al Estatuto como mentiroso. Por eso decía que hay que tomarse muy en serio estas peticiones y no recurrir a la broma que es lo que sucedería si estuviésemos en un país "normal". El president ha dado muestras, desde el primer momento en que tomó posesión, de querer llevar a cabo una política de "valencianización". Su antecesor no estuvo por la labor, entre otras cosas porque lo suyo era aprovechar el paso por la Generalitat para promocionarse y dar el salto a Madrid. Allí está bien, y Dios le conserve por muchos años. Sólo falta que deje en paz a su sucesor, que ya es mayorcito para saber lo que hace, y que no maree.

Y cambiando de tercio permítaseme terminar con este estrambote: el ministro Michavila acaba de declarar lo siguiente: "El PP ha entendido que la Justicia no puede depender de mayorías políticas". ¡Bingo! Decir esto el ministro del ramo, después de estar viendo estos días el tejemaneje que el gobierno del PP se lleva con fiscales y jueces, poniendo y quitando, quitando y poniendo a su antojo y conveniencia, es para nota. Para nota de cemento armado, claro.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_