ETA ha realizado 11 campañas contra el turismo desde 1979
La campaña de verano de ETA ya ha comenzado. Retrasada este año, presumiblemente por las dificultades de la dirección para colar los grupos de reserva que aguardan en Francia para entrar en acción. En 2002, aprovechando la cumbre de la UE en Sevilla, que se inició el 22 de junio, ETA cometió cinco atentados en 36 horas. Entonces, mezcló el interés propagandístico por la visita de los líderes europeos con su campaña contra el turismo, como reconoció en el comunicado en el que asumía la autoría de los atentados de Fuengirola, Marbella, Zaragoza, Mijas y Santander. Entre 1979 y 2002, ETA ha realizado 11 campañas contra zonas turísticas, preferentemente en la Comunidad Valenciana y Andalucía.
La idea inicial fue de ETA político militar. En 2001, ETA da un salto cualitativo al comenzar a utilizar coches bomba en los lugares de veraneo, frente a los artefactos de pequeña potencia que hasta entonces usaba. El 26 de julio colocó 60 kilos en un vehículo en el aeropuerto de Málaga. Ahora, el destino de algunas de las bombas apunta a la hipótesis de que varios de los últimos atentados tengan además el objetivo de forzar el pago del llamado impuesto revolucionario. En el caso del hotel Maisonnave, el comunicante esgrimió el impago de la extorsión como argumento para colocar la bomba.
Tras el último debate interno, reflejado en el boletín Zutabe, ETA anunció que iba a conceder "una importancia especial al frente económico, a pesar de que para causar verdadero daño hay que desarrollar campañas armadas sólidas y sistemáticas". Pero los deseos no siempre casan con la realidad. En 2002 perdió en 40 días tres grupos que pretendían atentar contra el turismo. En julio de 2001, Olaia Castresana reventó en un apartamento de Santa Pola al manipular una bomba. Un mes antes, la policía desarticulaba el comando Soxua, con 48 objetivos en cartera.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.