"Asistimos a fuertes cambios en el baile flamenco"
La bailarina-bailaora sevillana María Pagés llega a Madrid mañana con su compañía tras una exitosa gira por Norteamérica que culminó en el prestigioso festival Jacob's Pillow. La artista andaluza estará en el teatro Coliseum de Madrid, hasta el 3 de agosto, con un programa que comprende sus dos mejores coreografías: El perro andaluz. Bulerías y Flamenco Republic. En estas funciones se le hará entrega del Premio Nacional de Danza a la creación, que le fue concedido por el Ministerio de Educación y Cultura a finales de 2002.
María Pagés no para un minuto. A su ritmo natural suma el de estar preparando su estreno madrileño dentro del festival veraniego del Coliseum (que terminará con las actuaciones de Julio Bocca, del 5 al 17 de agosto). Lo primero que enseña es una fotografía que ha comprado en su último viaje a América. Es de los años veinte y en ella aparece la coreógrafa Martha Graham vestida de maja española.
Pregunta. ¿Se presentan estas coreografías con variaciones o tal como las concibió originalmente?
P. ¿Cómo ha sido la gira norteamericana? No es usual que una compañía privada de flamenco haga ese tipo de giras.
P. ¿Cómo ve la danza escénica española hoy?
R. Es evidente que no pasa por su mejor momento y que necesita, en serio, mucho apoyo, tanto institucional como de la empresa privada.
P. ¿Y en su caso y el de su compañía?
R. Yo sigo adelante porque cuento con el apoyo del municipio de Torrelodones (Madrid), al que sumo el del Ministerio de Cultura y de la Comunidad de Madrid. Además, nuestra compañía hizo el año pasado 120 actuaciones, un récord para una agrupación de nuestras características.
P. ¿También el flamenco está en un momento de cambios drásticos?
R. Sí, es verdad que hay un momento de cambio, y hay que tomar un camino fuerte, el de la coreografía. El flamenco no tiene una tradición clara en lo coreográfico, de modo que hay que investigar, con riesgo y con atrevimiento.
P. ¿Ve así de atrevidas estas coreografías suyas?
R. Ahora ya no las veo tanto, y tengo que decir que no las hice con esa intención.
P. En su trabajo ha podido hablarse siempre de fusión, ya sea en el sentido musical como en lo coreográfico.
R. Quizás no tan decididamente. En De la luna al viento empecé con ese experimento. Allí cantaba Carmen Linares y había fusión con lo clásico.
P. Viene usted ahora del festival Jacob's Pillow, probablemente el de mayor prestigio y solera de Norteamérica.
R. ¡Fue tan bonito ir allí! Al llegar me sorprendí, pues es todo muy modesto y serio. Lo importante es la filosofía de ese festival, de los que lo hacen y del público, que va a ver bailar de corazón.
P. El título Perro andaluz se presta a muchas interpretaciones.
R. Está inspirado en volver las cosas del revés, un intento que puede verse como inspirado por los surrealistas. Ahí están Buñuel, Dalí, el cine de la época, y por eso está tratado así el vestuario, con el blanco y el negro.
P. Su próxima temporada también va a ser intensa.
R. Haremos el Joyce Theater de Nueva York, luego el Sadlers Wells de Londres y finalmente el Teatro Olímpico de Roma.
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