La muñeca de Sidney
Los australianos, que saben de natación como los brasileños de fútbol, dispensaron en los Juegos de Sidney un tratamiento especial a Leisel Jones, la más joven del equipo. Era una chiquilla de apenas 15 años que tenía enormes responsabilidades. Defender el pabellón australiano es cosa sería. Hacerlo en la época de Thorpe, Klim y Hackett, más difícil todavía. Se exige la excelencia.
A Leisel Jones, que cumple 18 años el 30 de agosto, se la protegió como a ningún otro integrante del equipo. Era la mascota. Cada una de sus apariciones generaba un entusiasmo cariñosa. Nada del rugido que se escuchaba cuando Thorpe o Klim entraban en escena. Leisel Jones era un niña y había que tratarla con cuidado. Su respuesta fue sensacional. Se creció en cada eliminatoria. Cuando terminaron los Juegos, Jones se había colgado dos medallas de plata del cuello. Australia tenía una nueva estrella.
Leisel gasta fama de muchacha festiva. Le gusta la música y es ecléctica en sus elecciones: va de Marilyn Manson a REM y Van Morrison. Su vida es la natación, cosa frecuente en la cultura australiana, donde los campeones son reverenciados. Ayer, Leisel Jones alcanzó el definitivo rango de celebridad nacional.
