"Tras 14 años, merecía otra actitud del club"

En la página web del Real Madrid, debajo de la foto oficial de la plantilla de la temporada pasada, en la que figura un sonriente Fernando Hierro, no aparece su nombre. Hace diez días se desentendió completamente del que ha sido su club durante 14 temporadas. Estuvo sólo media hora en el Bernabéu, se despidió de los empleados y cerró la puerta a la etapa más suculenta de su vida. "Me ofrecieron un año más, pero no del modo en que quería. Así que decidí irme", manifiesta. Ahora, desde el descanso de su Málaga natal, busca equipo para seguir jugando una temporada más.

Pregunta. ¿Por qué decidió guardar silencio después de su salida?

Respuesta. Entendía que era lo mejor para solucionar los problemas del Madrid y acabar con el asunto de la rescisión del contrato verbal. Además, tenía que medir muy bien lo que iba a decir porque no quería hablar en caliente. Tenía que saber bien lo que ha significado el Real Madrid para mí durante 14 años.

"Como profesional, he elegido ser consecuente y vivir la vida como he querido"

"Soy una persona que si mañana se encuentra con algún compañero, podrá darle un abrazo"

"Me ofrecieron un año más, pero no acepté porque no iba a seguir del modo en que quería"

P. ¿Qué se le ha pasado por la cabeza durante todo este tiempo?

R. No han sido días fáciles. Se ha montado una película tan absurda respecto a esa noche [la de la celebración del título de Liga]. Cada día estoy más convencido de que mi salida no es fruto de esa noche. Quien diga lo contrario se equivoca. Estaba pensado con antelación. Pero después de 14 años en el club tenían que haber adoptado otra actitud. No merecía esperar hasta el último día.

P. ¿Usted creyó la palabra del presidente cuando afirmó que iba a seguir?

R. Confío en las personas. Si alguien de tanta relevancia te da su palabra, no hay más que hablar. Confío en la palabra de la gente. Sin embargo, tenían que haber hecho las cosas de otra manera. Ellos creían que cambiando al entrenador y al capitán iban a dar un nuevo rumbo al equipo.

P. ¿Cree entonces que su salida está motivada por una cuestión de rendimiento y de edad?

R. No. Todos sabíamos que había un acuerdo para seguir dos años más. Luego, empecé a notar síntomas de que no iba a continuar. Quiero dejar claro que después de tanto tiempo en el Real Madrid tenían que haber mostrado la deferencia de comunicarme la decisión con mucho más tiempo de antelación.

P. ¿Considera que su actuación en el partido de vuelta contra el Juventus determina la decisión de la Junta?

R. Valoro el fútbol de otra manera. Si por cada gol que meta un jugador hay que encumbrarle y subirle la ficha, o si por cada error es obligatorio incumplir un contrato, no hay realidad deportiva. La realidad deportiva se basa en el trabajo y en la trayectoria como profesional. En un año es lógico que haya buenas y malas rachas. Quiero aclarar que a mí me ofrecieron un año, y si no acepté, fue porque la dirección que tomaba el club no me resultaba cómoda. Como no podía seguir del modo en que quería seguir, decidí no seguir.

P. ¿A qué "modo" se refiere?

R. Creo en el trabajo diario antes que en la imagen. El fútbol es una actividad del día a día.

P. ¿Lo dice por todo lo que envolvió el fichaje de Beckham? ¿No le gustó su contratación?

R. Eso es mentira. El martes anterior al encuentro contra el Athletic el club confirma el fichaje de Beckham y cinco días más tarde debíamos disputar el partido más importante del año. Dije entonces que Beckham es un futbolista excelente, pero no iba a jugar el domingo. Éste es un aspecto que no me gustó. El club tenía un modo de ver las cosas y yo otro. Para mí era más importante el partido de Liga que estar media hora hablando de Beckham. Sin embargo, parece que si el capitán de un equipo como el Real Madrid sale a decir eso, sienta mal.

P. Usted ha afirmado que siempre ha ido por libre ¿Piensa que esa actitud alimentaba las críticas de algunos sectores del entorno del Real Madrid?

R. Si eres honesto y sensato sabes que hay determinadas cosas que no puedes hacer, aunque quieras. He estado sin hablar con algunos medios de comunicación durante ocho o nueve años. Creen que si critican y critican lograrán hacerme cambiar de posición. Pues no. Yo seguí siendo fiel a mi forma de ser... Lo que más me molesta es que esas críticas han hecho daño a mi familia mucho más que a mí.

P. ¿Cómo ha asumido su evolución como futbolista?

R. No puedo reprocharme nada. Siempre he intentado dar lo máximo como profesional. Además, he sido un privilegiado por estar rodeado por tan buenos futbolistas. Y he jugado 14 años en el Madrid, el mejor equipo del mundo, y mucho tiempo en la selección. Eso no es fácil. Mi forma de trabajar ha sido siempre la misma. Han pasado muchos entrenadores y muchos jugadores y he tenido continuidad siempre.

P. Pero a medida que iba acusando la edad las críticas se hacían más violentas.

R. Cada uno asume las críticas a su manera. Por ser capitán y estar tanto tiempo en el club debía asimilar ciertas cosas, por ejemplo, que el equipo es intocable. Hay leyes no escritas que nadie puede cambiar, como que después de un partido las críticas caerán siempre sobre alguien. Si la crítica es razonable, la asumo como parte de mi profesión, ya que nadie puede jugar bien siempre. Pero las críticas a veces son malintencionadas.

P. ¿No ha sufrido ningún momento de flaqueza?

R. Estoy acostumbrado a mantenerme al margen. No escucho la radio, no leo mucho lo que diga la prensa de mí. Tengo que reconocer que para mí lo esencial es buscar la satisfacción propia como persona y jugador. Prescindo de la popularidad. He elegido ser consecuente y vivir la vida que yo he querido como profesional. Algo que no ha gustado a mucha gente.

P. ¿Qué sucedió la noche de la celebración del título de Liga? ¿Fue usted el instigador de todo lo que ocurrió?

R. Nadie puede imponer una manera de ver las cosas a 25 jugadores. Soy la voz del vestuario y eso supone expresar lo que siente el colectivo. El equipo tomó unas decisiones y yo fui la voz de esas decisiones. Evidentemente, hay algo más aparte de esa noche.

P. ¿Qué quiere decir?

R. ¿Dónde esta estipulado que haya que dar dos o tres vueltas al campo? Todas las especulaciones responden a maniobras de un grupo de personas que se creen con la suficiente capacidad para decir: "Ha sido Hierro el que ha dicho que hay que dar una vuelta o las que sean". Es increíble. Soy la voz del vestuario, lo que significa que debo defender a un colectivo, no a facciones individuales, lo cual es imposible.

P. ¿Y era tan importante subir a la Cibeles?

R. Se habla mucho de qué pasó y qué no pasó. Había que estar en la la Cibeles porque había medio millón de madridistas esperando. Y estuvimos. El equipo fue a la Cibeles porque era su responsabilidad.

P. ¿Y qué sintieron en el restaurante cuando el presidente se mostró muy crítico con ustedes en una ocasión en la que todo deberían haber sido parabienes?

R. Bueno, en el restaurante, él, como presidente, expresó una opinión. Nosotros, el colectivo de jugadores, teníamos la nuestra. Se trataba de que las partes hablasen para dejar todo solucionado. Tenemos claro qué son los jugadores del Real Madrid, qué representan y a quién representan.

P. ¿Qué recuerda del día de su llegada al Real Madrid hace 14 años?

R. No es una cuestión de recordar. El Real Madrid está por encima de todo para mí. Lo ha significado todo. Ha sido el equipo en el que siempre he querido estar, el equipo de mis ilusiones. He cumplido mi sueño de toda la vida.

P. ¿Cuál ha sido su mejor momento?

R. Haber ganado tres Copas de Europa, ganar 16 o 17 títulos. Ésa es la recompensa. Sobre todo, jugar con continuidad y a un nivel tan alto durante 14 años.

P. ¿Y el peor?

R. Los dos partidos de Tenerife. Luego, evidentemente, el día de mi salida, decisión que he tomado yo.

P. ¿Echará de menos los pases a Raúl desde la frontal del área?

R. He estado rodeado de jugadores intachables en el trato humano. Soy una persona que si mañana les encuentro en cualquier sitio, les daré un abrazo. Mi relación con ellos ha sido magnífica... Hombre, con Raúl... Han sido ocho años y he compartido con él tantas cosas...

P. ¿Será su digno sucesor como capitán? ¿Sabrá manejar el vestuario?

R. El brazalete de capitán no es de una persona. Es del club. Raúl asumirá lo que le corresponda con la misma naturalidad con la que hace todo. Es un referente en el fútbol. Lo único que deseo es que se lleve ya el Balón de Oro.

P. Por lo menos se habrá liberado de mucha tensión.

R. Tensión, no sé. Pero sí es cierto que ahora veo las cosas de otra manera. El Real Madrid es tan grande que puede agobiar. Hay gente que deja caer sobre tu espalda muchas cosas. Pero era mi responsabilidad.