Los grandes toman la delantera
El convencimiento de que los precios tocaron suelo ha provocado una avalancha de OPA
Las teorías de Bolsa hablan de que las ofertas públicas de adquisición (OPA) son propias de tiempos bajistas. Grandes inversores buscan hacerse con paquetes de acciones o con el control de otra sociedad en el convencimiento de que los precios son atractivos y no pueden esperar para comprar más barato. En el año se han producido 16 OPA que evidencian la creencia de los grandes inversores de unos precios bajos y, lo más importante, que éstos ya no caerían más y resultaría imposible comprar más barato.
El despertar de los inversores institucionales es un buen signo de que el mercado ha iniciado una recuperación duradera
En el año se han producido ofertas de todo tipo, pero los bajos precios han sido el elemento común de estas operaciones
Hay que seguir la estela de los grandes inversores. Ellos cuentan siempre con mejor información, con el asesoramiento más fino, y por su peso marcan la tendencia de los mercados, pese al cada vez mayor peso del inversor particular.
Pues bien, los grandes inversores han hablado claro a lo largo del año en el sentido de apostar por el mercado. En unos mercados plagados de problemas e incertidumbres han proliferado, sin embargo, los movimientos corporativos, plasmados a veces en OPA y otras en adquisiciones de grandes paquetes de acciones. El último, la compra de la constructora Acciona del 8% del capital de su competidora FCC.
En el primer trimestre del año, con la incertidumbre de la guerra entre Estados Unidos e Irak, los precios del petróleo disparados y el fantasma de la recesión y de la deflación en las economías occidentales, grandes inversores se han lanzado a comprar otras compañías, dejando a un lado todos esos temores.
Fondo de la caída
Pero mucho más llamativas han sido las OPA, nada menos que 16, en unos mercados en los que no se ha producido, por ejemplo, ni una sola oferta pública de venta (OPV) desde que el año pasado recibió Enagás su bautizo bursátil.
Dos tipos de operaciones que se corresponden con distintos momentos del mercado. En la euforia de los altos precios proliferan las salidas a bolsa que permiten buenas valoraciones de las compañías y acarrean importantes ganancias para los vendedores de esos títulos.
Por el contrario, la OPA aparece en las bolsas bajistas y, sobre todo, cuando el precio de los títulos ya ha tocado suelo y los grandes inversores están convencidos de que no pueden comprar más barato aunque esperen. Es, por tanto, para los analistas un dato de gran valor el abundante número de operaciones de adquisición que se han producido en el mercado español y que, más recientemente, también se ha apreciado en otros mercados mundiales.
Y eso que, en los tiempos de bolsas bajistas, la financiación no es tan abundante ni barata como en las de euforia. Además, tampoco es fácil convencer a los accionistas con intercambio de títulos que pueden perder valor en unas pocas jornadas. El canje de títulos está mal visto en una perspectiva de depreciación del valor. Son, pues, operaciones en la que prima la liquidez, y así, sólo en metálico se garantizan el éxito de la compra.
La tipología de las operaciones realizadas en el mercado español responde a todos los tipos posibles. Se han producido ofertas hostiles, otras realizadas por la propia compañía o aquellas realizadas por la matriz con el objetivo de, en un futuro cercano, sacar a la filial de su cotización bursátil.
Aunque los objetivos sean diferentes, el denominador común es un bajo precio que resulta atractivo para controlar una compañía o, simplemente, para sacarla del mercado.
En el mercado español también se han producido singularidades con el cambio de la legislación de OPA, que ha buscado beneficiar a los pequeños accionistas para no dejarles al margen de tomas de control de la que sólo se beneficiaban los grandes grupos inversores. Incluso, como novedad, se han conocido ofertas impuestas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para compensar a los pequeños accionistas de su papel de convidados de piedra en estos movimientos. La realizada por ACS sobre el 10% del capital de Dragados y la que está en curso de Bami sobre Metrovacesa han respondido a este patrón.
Pero también se han producido ofertas hostiles y fracasos. La oferta lanzada por las sociedades Quarta y Astrim sobre Metrovacesa fracasó al no acudir a la misma el mínimo de capital al que se condicionaba la oferta. El pasado jueves, otra oferta hostil tomaba un rumbo complicado, tras aumentar Amancio Ortega su presencia en NH Hoteles, coincidiendo con la mejora de 9 euros pagada por Hesperia, que busca hacerse con el 26% del capital. Tal vez la oferta más generosa ha sido la de Barclays sobre el Zaragozano, donde no importó tanto el precio como la estrategia del banco británico por expandirse. Por útimo, la más polémica es la Telefónica sobre su filial Terra. Esta semana también la operadora mantenía el precio sin producirse la mejora demandada por los accionistas.
Tecnología y Latinoamérica dan las mayores alegrías
Una buena muestra del tipo de recuperación que han vivido las bolsas mundiales en lo que va de año es el comportamiento del sector tecnológico y de las bolsas latinoamericanas. Sectores y países que fueron los más castigados en la pasada crisis y que ahora ofrecen las mayores ganancias.
La crisis inciada en marzo de 2000 se cebó en los valores tecnológicos y es, dentro de los mercados más desarrollados, el tecnológico Nasadaq el que registra la mayor ganancia próxima al 30%. El inversor ha ido, pues, a buscar oportunidades en los títulos más castigados que ofrecían, por tanto, una relación de precio en relación a su beneficio más atractiva. Ha sido una entrada por precio y en la que todavía faltan argumentos sólidos de recuperación de las compañías.
Igualmente, las bolsas latinoamericanas sobre todo por la crisis Argentina recibieron los mayores varapalos y ahora son también las de ganancias más abultadas. La bolsa de Brasil acumula en el ejercicio una ganancia del 20% que se eleva hasta el 35% en el caso del mercado argentino. Nuevamente se trata de un comportamiento dirigido a cazar las gangas que ofrecían esos mercados y que ahora vuelven a niveles más razonables. Pero todo ello necesita confirmación.
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