Cobo cree que hay gente en el PP que quiere dañar a Gallardón en la carrera de la sucesión

Manuel Cobo, primer teniente de alcalde de Madrid y mano derecha de Alberto Ruiz-Gallardón, cree que hay gente en el PP que "se está poniendo nerviosa" al ver que las encuestas sitúan en buen lugar a su jefe en la carrera de la sucesión. Y aunque asegura que no tiene "pruebas", opina que "esos nervios de alguno de los 600.000 militantes" de su partido, pero "de segundo o tercer nivel", unidos a "los que también tiene el PSOE", están en el origen de una información que le acusa de haber incumplido la ley de incompatibilidades por no declarar que es apoderado en empresas de su padre. Mantiene que no lo hizo porque nunca supo nada de tales poderes. La vinculación de este asunto con la sucesión fue negada en el PP.

El vicealcalde de Madrid expuso su versión de los hechos en la Cadena SER y en la Cope a primera hora de la mañana. La entrevista en la SER transformó la polémica sobre los poderes en las empresas de su padre en otra de mucho más calado político. ¿Quién está detrás de que se publique una información de estas características en Interviu?

Cobo se refirió en dos ocasiones, en la SER, a la carrera por la sucesión, en la que presuntamente participa Alberto Ruiz-Gallardón, y a la crisis de la Asamblea de Madrid tras la espantada dada por dos diputados tránsfugas del PSOE como telón de fondo de esa información que saca a la luz pública sus complejas relaciones con su padre. El periodista le preguntó si él cree que puede haber gente de su partido, el PP, que pudiera estar detrás de este asunto para dañar a Gallardón. Y Cobo respondió que "sí" y confesó que incluso había tenido "ganas de irse", pero que había descartado hacer tal cosa pues eso equivaldría a "dar la razón a quienes mueven estas cosas".

"Detrás de nada"

Durante la mañana se sucedieron declaraciones del PSOE, IU y el PP sobre esta opinión de Cobo, que el vicealcalde matizó por la tarde a este diario. Cobo mantiene que "en ningún caso" quiso decir que el PP, como organización, estuviera "detrás de nada, pues es un partido cohesionado y unido. No me refería al partido, yo estoy muy orgulloso del partido en el que milito y Alberto está totalmente entregado a él". Y apostilló: "Pero somos una organización con 600.000 militantes y hay militantes de segundo o de tercer nivel que se están poniendo nerviosos y no quieren respetar los tiempos y el proceso de sucesión tal como lo ha diseñado José María Aznar". Cobo defendió como "legítimo" que cualquiera "pueda aspirar a cualquier cargo" sin que eso le coloque en la diana de un ataque.

En el PP estas opiniones causaron "estupor" y malestar, aunque la versión oficial fue ofrecida en rueda de prensa por Ana Mato, coordinadora de Organización del partido, en los siguientes términos: "Todo el partido y todos sus miembros respetamos a Ruiz-Gallardón y respetamos su gestión y la de Manuel Cobo, y los que quieran dañar a Ruiz-Gallardón están entre nuestros adversarios políticos". Mato fue preguntada, de diversas formas, por este asunto. E intentó encastillarse en un "no habrá ninguna crítica a Gallardón en nuestras filas". Pero la cuestión era por qué Cobo podía temer que el PP estuviera detrás, con lo que finalmente Mato exclamó: "¡Pregúntenselo a él!".

Interpretación "libérrima"

Horas después, y otra vez en la SER, Esperanza Aguirre, portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, tildó de "libérrima" la interpretación que dio Cobo a los hechos. Aguirre aseguró que Cobo había aclarado la acusación que le formulaba la revista Interviú y consideró que sus explicaciones zanjaban el asunto pues "él no ha utilizado esos poderes y se ha comprometido incluso a dimitir a los cinco minutos si alguien demuestra que los ha utilizado alguna vez". Pero la cuestión ayer ya no era ésa, sino la hipotética implicación del PP. "Es una apreciación del señor Cobo, quizá él tiene algún dato que lo avale. A mí me parece que todos hemos aparecido en informaciones de esa revista, yo misma el lunes pasado, y no se me ha ocurrido decir que detrás de eso hubiera ninguna conspiración". Según Aguirre, "la vida política es así", todos los políticos "están en el punto de mira y más el señor Ruiz-Gallardón como aspirante que es a la sucesión y a la candidatura a la presidencia del Gobierno".

Ya por la tarde, el secretario general del PP, Javier Arenas, pretendió cerrar este debate. En rueda de prensa aseguró que había hablado con Cobo y que ambos compartían el "diagnóstico" de que el PP "es un partido muy cohesionado en España y en Madrid y lo va a seguir siendo".

No lo entendieron así ni en el PSOE ni en IU. José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE, calificó las opiniones de Cobo de "llamativas, sorprendentes y significativas", y concluyó que "ponen de manifiesto el estado real del PP ante el problema de la sucesión". El líder de la FSM, Rafael Simancas, fue más allá: "Los desencuentros y las puñaladas empiezan a ser de órdago en el PP", declaró. Y Gaspar Llamazares pronosticó que esto es "una guerra por la sucesión que va a continuar para ver quién se queda con la herencia de Aznar".