Por la verdad histórica

En la nota titulada Historiadores turcos buscan fosas comunes de musulmanes asesinados por armenios, aparecida el pasado viernes 4 de julio en la sección Internacional, se hace referencia a la búsqueda por parte de investigadores turcos de fosas donde se hallarían enterrados ciudadanos turcos víctimas de los armenios en proximidades de la ciudad de Kars.

La negación sistemática de parte del Estado turco del genocidio cometido contra el pueblo armenio entre 1915 y 1923 ha adquirido recientemente mayor virulencia a partir de la necesidad de Ankara de presentar en Estrasburgo un expediente libre de controversias para asegurarse una fecha de inicio de negociaciones para su ingreso a la Unión Europea; varios son los temas pendientes a resolver por Turquía, la ocupación de Chipre, la cuestión de la minoría kurda y el reconocimiento del genocidio armenio (Resolución del PE del 18 de junio de 1987), entre otros contenciosos.

La nota hace referencia también a que "el Parlamento francés llego a votar en 1991 una moción para reconocer la existencia de un genocidio del pueblo armenio"; al respecto es importante fijar que el 28 de mayo de 1998 la Asamblea Nacional de Francia y el 7 de noviembre de 2000 el Senado de Francia reconocieron en sendas resoluciones la existencia del genocidio, ambas ratificadas en la ley promulgada por el presidente de la República, Jacques Chirac, el 29 de enero de 2001 (Ley número 2001-70).

En los últimos años, diversos parlamentos nacionales del mundo, y personalidades, han reconocido la existencia del genocidio armenio y han instado a Turquía a reconocer la ejecución de este crimen de lesa humanidad, para poder generar un ambiente de confianza y respeto mutuo entre dos naciones soberanas como lo son Armenia y Turquía; al respecto quisiera recordar un párrafo de las opiniones vertidas por el ex presidente de la República Argentina el doctor Raúl R. Alfonsín en un artículo aparecido en la prensa recientemente: "Tal cual lo expresé en París en la

Conferencia Pro Armenia que tuvo lugar en el mes de enero, el reconocimiento del holocausto armenio por Turquía resulta, sobre todo en estos aciagos y tremendos tiempos que vive el mundo, absolutamente indispensable".

Turquía se halla ante una oportunidad histórica de reivindicarse ante el mundo como una nación moderna y democrática; sólo podrá hacerlo en la medida que asuma la responsabilidad de su propia historia.