"O somos imparables o somos demasiado vulnerables"
La selección española de waterpolo inicia hoy, con el partido ante Brasil (19.45, La 2), un desafío sin precedentes en la historia: sumar su tercer título mundial consecutivo. Su técnico, Joan Jané (Barcelona, 1953), afronta el reto con confianza pero con toda la prudencia aconsejable en un deporte en el que los partidos entre los cinco equipos que copan la élite suelen ser de lo más ajustado.
Pregunta. ¿Qué se exigen en este Mundial?
Respuesta. No decepcionar a nadie. Nos gustaría culminar un sueño: conseguir un tercer Mundial consecutivo. Somos cinco o seis equipos con parecidas posibilidades. Por mi experiencia, decidirán los jugadores que forman la columna vertebral de cada uno de ellos, su estado de forma. Por ejemplo, en el Europeo, Yugoslavia parecía tocada por una varita mágica. No creo que sea capaz de repetir aquí. Estamos en la parrilla de salida y tenemos posibilidades de subir al podio.
"En los últimos doce años tenemos mejor palmarés que Hungría, que es el Madrid del waterpolo"
"La preparación ha sido brutal. Los jugadores llegaron a estar muy cargados, de mal humor"
P. ¿De qué va a depender?
R. Si hacemos bien nuestro trabajo, somos imparables. El problema es que si no trabajamos de manera adecuada somos demasiado vulnerables.
P. ¿Cuál es el problema?
R. Es de mentalidad. Cuando empezamos bien, nos transformamos. Pero cuando nos entran dudas y nervios queremos decidir individualmente, con el corazón.
P. ¿Existen dudas tras su flojo papel en el Europeo?
R. Rotundamente no. Analizamos el calendario con la Federación y el Consejo Superior de Deportes. Entendíamos que el calendario, con dos grandes competiciones en cuatro semanas, era diabólico. Por tanto no preparamos el Europeo con el objetivo de ganar. No hicimos torneos de preparación, no preparamos jugadas de estrategia, protegimos a Rollán, que estaba lesionado.
P. ¿Qué le sobra a este equipo?
R. Nada. Tiene mucha raza y un gran respeto a las otras selecciones. Suplimos las carencias con nuestro espíritu de conjunto. Por eso nos envidian muchos, porque además de la calidad indiscutible de nuestros jugadores, aplicamos muy bien la filosofía de conjunto.
P. ¿Y qué les falta?
R. A veces, producto de nuestro carácter y temperamento, algunos jugadores, sin mala fe, quieren decidir unilateralmente y toman decisiones que no son las más adecuadas. En esos momentos nos puede el corazón y a mí me gusta que juguemos con cabeza, sabiendo en qué puntos podemos hacer daño al contrario y sabiendo protegernos de nuestros puntos débiles.
P. ¿Cómo se han preparado?
R. El trabajo físico ha sido brutal. Estuvimos cinco semanas en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat. No aflojamos. Fuimos al Europeo y jugamos un partido diario durante doce días sin haber hecho una puesta a punto previa. Dimos dos días libres y estuvimos 15 días en Andorra donde hacíamos tres sesiones diarias, dos de agua y una en seco: musculación, pelota medicinal... una seis horas al día en total. Fue muy duro y los jugadores sicológicamente han sufrido mucho. De remate, estuvimos cuatro días en Bilbao y jugamos el tradicional partido en Portugalete. Los jugadores estaban cansados, muy cargados, de mal humor, encontraban el agua fría, no nos entraba la pelota... Evidentemente, porque nos faltaba la segunda parte de la preparación que hemos hecho ya en Barcelona, a base de mucha pelota, sprints cortos, partidos contra equipos de segunda fila. Y ahora ya veo sonrisas, oigo chistes, porque los jugadores sicológicamente empiezan a encontrarse a sí mismos.
P. Tienen mucha más presión en la selección que en los clubes.
R. Es el peaje que hemos tenido que pagar en los últimos doce años. Se han logrado éxitos que yo, que ya soy un viejo rockero, puedo asegurar que eran impensables. Porque estamos luchando de tú a tú con Hungría, donde el waterpolo es el deporte nacional, con Italia, donde tienen la Liga más profesional, con Yugoslavia, que tiene una escuela inagotable de grandes jugadores... Y desde hace doce años tenemos mejor palmarés que ellos. La presión es evidente y, ahora, en casa, un poco más acentuada. Me habría gustado pasar un poco más de puntillas. Pero tenemos que saber sobrellevarlo pero, a la vez, es un orgullo.
P. ¿Estiarte tiene sucesor?
R. Es un jugador irrepetible en 500 años. Pero estoy orgulloso porque muchos me preguntaban después de Sydney qué pasaría cuando se retirase. Mantuve la teoría de que entre todos demostraríamos que no se hunde el titanic.
P. ¿Es un equipo cargado de figuras?
R. Son figuras por currículo pero no de cera o de pesebre. Ahora se trata de ampliar el currículo.
P. ¿Son el Madrid del waterpolo?
R. Hungría es el Madrid del waterpolo. Nombre por nombre tendría que ganar todas las competiciones sin tirarse al agua. Y también Yugoslavia. Cualquier club necesitaría el talonario de Florentino Pérez para fichar a sus figuras. Nosotros tenemos grandes jugadores pero tal vez no tan estrellas y que priorizan los sistemas y el trabajo de equipo. De esta manera estamos consiguiendo grandes éxitos.
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