El PSOE ve un "ataque a la democracia" en Cajasur
El presidente de la Diputación de Córdoba, Francisco Pulido, aseguró ayer que el PP y el presidente de Cajasur, el sacerdote Miguel Castillejo, perpetraron el sábado un "ataque a la democracia" al excluir del Consejo de Administración de la entidad al candidato propuesto por la Diputación, el socialista Antonio Fernández Poyato. Pulido afirmó que "el PP y Miguel Castillejo son cómplices en el conflicto generado en Cajasur".
Pulido afirmó que "la visión que tienen de la democracia" el secretario general del PP de Andalucía, Antonio Sanz, y su partido "pasa por vetar la presencia de la mayoría social" de Córdoba en Cajasur, en referencia a que el PSOE es el partido mayoritario en esta provincia.
Pulido añadió que "todo el proceso auspiciado por el PP, desarrollado de la mano de Miguel Castillejo y que comenzó con la Ley Financiera, ha acabado, de momento, con la restricción de la pluralidad en los órganos de gobierno de Cajasur y con la exclusión de los representantes de la mayoría de los ciudadanos cordobeses".
Precisamente, Cajasur celebra hoy la primera reunión del nuevo consejo de administración, en el que se elegirá al primer consejero delegado de la entidad, que será el abogado sevillano Francisco Jiménez Becerril, hermano del concejal del PP en el Ayuntamiento de Sevilla Alberto Jiménez-Becerril, asesinado por ETA, junto a su esposa, Ascensión García, en enero de 1998. Hasta ahora, Jiménez Becerril era asesor del ministro de Administraciones Públicas y secretario general del PP, Javier Arenas.
En el nuevo consejo estará ausente el representante de la Diputación cordobesa por el veto impuesto por Castillejo a Fernández Poyato. Tras rechazar el nombramiento de éste, la Asamblea eligió a un representante de Izquierda Unida, pero éste rehusó entrar en el consejo de administración por el veto anterior.
Muy diferente fue la interpretación que hizo el secretario regional del PP, Antonio Sanz, de la exclusión de Fernández Poyato. Sanz, criticó la "insumisión" del PSOE al no aceptar la decisión de la mayoría de la asamblea general, lo que, en su opinión, constituye "un grave precedente de frivolidad política" y alertó de la "inviabilidad jurídica" de la renuncia de los representantes de PSOE e IU. Sanz dijo que el PSOE creía "que las cajas eran su propiedad" y que "sólo a ellos les correspondía ocupar el poder".
