"Yo no miento más que en lo fundamental"

Pregunta. El último capítulo de Cuéntame cómo pasó lo vieron 7.253.000 personas. ¿Es usted una fábrica de espectadores?

Respuesta. No. Ahora somos tres directores. Y hay que ser justos. La serie es un invento de Miguel Ángel Bernardo, que hace diez años, cuando hacíamos Los ladrones van a la

oficina, me dio una carpeta y me dijo: "Ésta es la próxima".

P. Cuénteme cómo pasó.

R. Durante ocho años se ofreció a todas las cadenas y no la quería nadie. Hace dos explotó como un éxito así de gordo.

P. ¿Usted qué hacía durante la transición?

R. Trabajaba mucho en Italia, en Francia, en México, en Estados Unidos, y cuando volvía de vivir en democracia era como regresar al colegio, con la censura y todo aquello.

P

. Calculan que, si siguen al ritmo que van en la serie, llegarían a la actualidad en 2017. ¿No es mucha amenaza?

R. Yo no estoy por la labor. Ojalá que el 2017 no me pille trabajando. Pero sí vivo, por lo menos.

P. Entre sus grandes hitos en el cine, No desearás al vecino del quinto y La insólita y gloriosa historia del cipote de Archidona. ¿Es un poco reprimidillo?

R. Nada. Soy una persona muy libre y que está muy en el mundo. El Vecino del quinto fue un trabajo muy serio, y venciendo a la censura. En la historia del

cipote conté, entre bromas y veras, lo mal que se vivía en aquella España.

P. No digamos viejo verde. ¿Pero es un madurito verde?

R. No, no soy nada viejo verde ni maduro verde. Soy absolutamente normal.

P. ¿Con filmes como Sor Ye-yé o Cateto a babor creía acercarse a su admirado John Ford?

R. No. Mi admirado John Ford es una cosa sagrada. Pero él decía: "Yo ruedo, y después me entero por la prensa de cómo ha sido la película que he hecho".

P. ¿Qué aprendió en Cinecittà?

R. Aprendí a admirar la profesionalidad y la seriedad en el trabajo. Fui amigo de Mastroianni, de Gasmann, de Ugo Tognazzi. Y veo que en el cine español hay ya actores de esa categoría, como Imanol Arias.

P. ¿No le ciega la pasión?

R. No. Estoy completamente seguro.

P. ¿Y Ana Duato es Sofia Loren o Ana Magnani?

R. Ana Duato es una actriz magnífica. La Magnani ha sido la más grande que yo he visto en toda mi vida, incluidas las grandes americanas.

P. Buñuel, Antonioni, Fellini, Orson Welles. ¿Quién le impresionó más?

R. Yo tengo una debilidad especial por Orson Welles, porque fue amigo mío.

P. ¿A qué distancia se encuentra de un vividor?

R. A ninguna. Yo soy por vocación un vividor: me gusta estar con mis amigos, ir al casino, mezclarme con el mundo de la noche, el de los flamencos, el de los gitanos, el que viví siempre. Me hace sentirme muy vivo.

P. ¿Le da el cuerpo aún para todo eso?

R. Sí, sí, claro. El cuerpo da siempre para lo que tú quieras pedirle.

P. ¿Y usted qué le pide?

R. Vivir con intensidad, porque a mí no me interesa nada vivir sin fuerza y sin vibración.

P. Una vez cenó, sin saberlo,con el capo Lucky Luciano. ¿Podría ya cenar hasta con Berlusconi?

R. Ja, ja. Pues podría cenar con Berlusconi. Yo estoy muy curado de mafias. He conocido mucha gente mafiosa y hoy está el mundo lleno de ella.

P. Para perderse y recordar sus trapisondas, ¿Italia, México o España?

R. España es mi tierra, donde están mi gente y mis cosas. Pero para mí México es un país con una gran capacidad de crear un futuro que yo pienso maravilloso.

P. En el juego "no hay ninguna posibilidad de ganar, pero es muy divertido". ¿En la vida es igual?

R. Sí, siempre. La vida y el juego son la misma cosa. En el juego nunca puedes ganar, porque al entrar en un casino tienes que saber que el dinero que llevas va a quedárselo el dueño.

P. ¿Cuándo le han pelado por última vez en Torrelodones?

R. Hace tiempo que no voy, pero me han pelado siempre que he ido. Es normal que te pelen. Es su oficio, además.

P. ¿Por qué dicen sus amigos que miente más que habla?

R. Es verdad que miento mucho, porque la gran transgesión que queda en el mundo es la mentira. Pero yo no miento más que en lo fundamental.

P. Si Cuéntame llega al 2017, ¿a quién se imagina haciendo de Aznar?

R. Vamos a darle la oportunidad a mi amigo Santiago Segura.

P. ¿Y de Ana Botella?

R. No sé a quién pondría de Ana Botella. Pero estoy seguro de que también Santiago...

P. ... Podría hacer de Botella.

R. Podría hacer de todo, ja, ja, ja.