Dos jóvenes mueren acuchillados en menos de siete horas en Madrid

La violencia vuelve a sacudir Madrid durante el fin de semana. En un intervalo de menos de siete horas, dos jóvenes murieron acuchillados ayer en Madrid y en Galapagar. Con éstas, se eleva a 65 el número de muertes de forma violenta ocurridas en la región en lo que llevamos de año.

Abdelnayiz, un ciudadano magrebí de 26 años, murió ayer por la tarde apuñalado debajo del Puente del Rey, en el límite del distrito de Latina con el de Moncloa-Aravaca, según informaron fuentes policiales. La víctima, que solía pecnoctar con otros indigentes en unos recovecos que hay bajo el puente, discutió con otro magrebí por el sitio para dormir o porque el homicida fue sorprendido por Abdelnayiz robando, según dos testigos. El homicida cogió entonces un cuchillo de cocina enorme y asestó a Abdelnayiz al menos ocho puñaladas en el tórax, según un portavoz del Samur-Protección Civil.

Abdelnayiz se desplomó en el suelo y el homicida salió corriendo. Un amigo de la víctima, que lo vio todo, llamó desde su móvil al teléfono de emergencias 112, pero dió una dirección errónea: aseguró que el suceso había ocurrido en los alrededores de la Puerta del Ángel (distante a unos 500 metros del lugar de los hechos), lo que retrasó la llegada de los efectivos sanitarios y policiales. A la zona se desplazaron varios motoristas de la Brigada de Seguridad Ciudadana y coches patrulla de las comisarías de Arganzuela, Centro, Moncloa y Latina.La víctima, que no llevaba ninguna documentación, sufrió una parada cardiorrespiratoria y murió antes de que llegaran los efectivos sanitarios del Samur. Los dos testigos que presenciaron el homicidio de Abdelnayiz describieron físicamente al homicida a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que les interrogaron. "Lleva una sudadera negra, pantalones vaqueros y zapatillas de deporte. Además, lucía una barba de varios días, la piel bastante morena y un claro aspecto magrebí", relataron los dos testigos a la policía.

Con esa descripción, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía inspeccionaron todas las calles aledañas, además de las entradas de la Casa de Campo. Al poco tiempo detuvieron a un ciudadano de origen magrebí: Abdelkader F., que fue llevado por los investigadores al lugar donde se produjo el homicidio. Los dos testigos no reconocieron al detenido, pero éste fue llevado de todas formas por los agentes policiales a comisaría, ya que tiene pendiente una orden de expulsión del país por estancia ilegal, según fuentes del caso.

Varios motoristas del Cuerpo Nacional de Policía continuaron buscando al homicida, sin que hubiera detenidos a última hora de ayer, según una portavoz de la Jefatura Superior de Policía. El grupo V de Homicidios de la Brigada de Policía Judicial se encarga de la investigación.

Puñalada en el corazón

El segundo homicidio se produjo sobre las 22.15 en la plaza del Ayuntamiento de Galapagar, cuando un inmigrante ecuatoriano de 24 años, cuyo nombre corresponde a las iniciales M.E.P.M., iba acompañado de dos chicas por el centro de la plaza. De repente se le acercaron otros dos jóvenes y, sin mediar palabra, uno de ellos le asestó una cuchillada que le afectó al tórax con trayectoria ascendente con afección pulmonar y cardiaca. La víctima cayó desplomada y las dos chicas comenzaron a chillar. Se dio la coincidencia de que en este lugar se encontraban tres sanitarios de la Cruz Roja fuera de servicio. Hasta la llegada de la ambulancia comenzaron a hacerle la reanimación cardiopulmonar pero dada la gravedad de la lesión el herido entró en parada cardiorespiratoria.

La ambulancia lo trasladó al centro de salud de Galapagar donde continuaba desfallecido. Los facultativos de una UVI móvil del SUMA intentaron reanimarle. Para ello le entubaron, pero la víctima falleció a los diez minutos.

Varios testigos señalaron a EL PAÍS que la reyerta se produjo por un supuesto problema sentimental, ya que el día anterior había habido una discusión entre el joven ecuatoriano y otro colombiano por la novia del primero.

El homicida y su acompañante huyeron del lugar sin que se supiera por dónde desaparecieron. La Guardia Civil buscaba ayer el arma utilizada para la agresión que supuestamente se trataba de un punzón.