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Pujol acusa al Partido Popular de querer suprimir las autonomías en 15 o 20 años

El presidente catalán compara a José María Aznar con el conde duque de Olivares

A escasos meses de las elecciones catalanas, el presidente de Convergència i Unió (CiU), Jordi Pujol, realizó ayer uno de sus discursos más alarmistas tanto para distanciarse del PP, con cuyo apoyo ha gobernado en Cataluña la última legislatura, como para arrancar votos del nacionalismo más radical de Esquerra Republicana, que en los sondeos electorales aparece como una fuerza en auge. Las arremetidas contra el PP le sirvieron a Pujol para obviar cualquier referencia a la semana negra judicial que ha vivido el Gobierno catalán.

El mensaje de Pujol consistió en alertar machaconamente de la reaparición del nacionalismo español más rancio y de erigir a CiU en redentora, en la única fuerza capaz de contenerlo. "La política del PP pretende suprimir o vaciar de contenido las autonomías en 15 o 20 años", manifestó el presidente catalán, que seguidamente comparó a José María Aznar con el conde duque de Olivares por haber arrasado los fueros autonómicos para después "sacar pecho imperialista" en política internacional. Aznar manifestó desde Nuevo México, donde se encuentra de visita oficial, que las declaraciones de Pujol le causaban tristeza.

A Pujol le faltó poco para tachar la política del PP de "talibán". Aseguró que no utilizaría este término por "radical y despectivo", pero no se arredró, en cambio, al calificarla de "nacionalista excluyente, de actitud agresiva, con voluntad de homogeneización forzada, coercitiva y atentatoria contra las nacionalidades". El líder nacionalista aseguró que "con el PP y con la sumisión del PSOE" ha renacido "una idea de España que no es sólo la de Franco, sino la de antes de Franco, con las monarquías democráticas: una España radial, homogénea, que ignora y menosprecia lo que no es castellano y que se presenta como integradora pero que cuando incluye lo que hace es ahogar".

El amigo Bush

El presidente del Gobierno central, José María Aznar, es el máximo exponente de esta política, a juicio de Pujol: "Se va a ver a su amigo George [Bush], que le permite enviar unos cuantos legionarios a Irak, y pretende regresar a las glorias imperiales del conde duque de Olivares, que antes de iniciar una política internacional de alto nivel acabó con la Generalitat, las Cortes valencianas y de Aragón". "Es una política inteligente ser el amigo del amo cuando no se puede ser el amo", añadió con ironía.

Ante este panorama amenazador, Pujol presentó a CiU como la única fuerza capaz no sólo de frenar la campaña "involucionista" del PP, sino de convertirse en un "ariete" ofensivo una vez que, eso sí, los resultados de los comicios autonómicos del próximo otoño y los de las generales en la primavera les sean favorables. El dirigente nacionalista, que pronunció un discurso en la escuela de verano de CiU en Montbrió del Camp (Baix Camp), aseguró que esta situación requiere "una ofensiva de larga duración", para la que la federación está preparada tras su proceso de renovación, liderada por su sustituto, Artur Mas.

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El presidente de la Generalitat se quejó de la escasa comprensión que encuentra en Madrid, "donde", dijo, "hemos defendido nuestra identidad nacional, pensando que nos respetarían y encontraríamos colaboración". La nula respuesta a los intentos de los nacionalistas catalanes no es un fracaso de éstos, afirmó, sino que es "un fracaso español no aprovechar la coyuntura para crear una estructura de Estado plurinacional".

Pujol también arremetió contra ERC, de la que dijo que carece de influencia en Madrid, obviando que sus acusaciones a Aznar suponen de hecho el reconocimiento de que tampoco CiU la tiene ya. El líder de CDC hizo un llamamiento a pasear con orgullo el trabajo realizado en sus 23 años de gobierno.

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