La Unión de Consumidores constata los problemas del transporte en Castellón
La Unión de Consumidores de Castellón (UCE) ha realizado un detallado estudio en el que se constatan las deficiencias del transporte público de Castellón. A través de entrevistas realizadas a los usuarios de los autobuses urbanos de la capital de La Plana, la UCE ha detectado problemas que se encuentran, de forma generalizada, en todas las líneas. Éstos se centran en la poca frecuencia con la que discurren los autobuses, el exceso de gente que viaja en ellos, fallos técnicos en las tarjetas-bono y sus lectores y problemas de acceso a determinadas paradas y a algunos vehículos para personas con minusvalías. Pero el informe de la Unión de Consumidores, realizado por los practicum de la Universidad Jaume I, plantea también propuestas de solución que serán remitidas al Ayuntamiento de la ciudad con el fin de que el consistorio ponga los medios necesarios para resolver los problemas detectados.
El estudio ha analizado, especialmente, cinco líneas que tienen como destino puntos como el hospital General, la Universidad, la Estación y el Grau. El 43% de los encuestados considera que el servicio cumple con los horarios establecidos aunque el 41% considera lo contrario. Sobre la frecuencia de paso, el 77% cree necesario que ésta sea menor, es decir, que haya un mayor servicio, sobre todo, durante las tardes. El 60% de los entrevistados considera que viaja cómodamente, mientras que el 33% piensa lo contrario. Las causas de la incomodidad son, principalmente, el exceso de gente, según apunta el 67% y la falta de asientos, tal como apunta un 26%. Sobre el método de abono del billete, el informe demuestra que la mayor parte de las personas, hasta un 81%, utiliza como forma de pago la tarjeta-bono, pese a que el 37% asegura haber tenido problemas en su utilización.
El secretario general de la UCE de Castellón, Juan Carlos Insa, concluyó que el autobús urbano es un servicio "inútil", porque "no sirve para descongestionar la ciudad de vehículos privados", ya que no da las suficientes garantías como para llegar a tiempo al puesto de trabajo. Así, sostuvo que "no es un autobús que sirva para solucionar los problemas de transporte de los ciudadanos, sino que es un servicio para ociosos". Propuso, como medidas inmediatas, que se varíe el sistema de pago que ahora funciona con tarjetas con banda magnética por otro método que no cause problemas a los usuarios, que se señale "debidamente" las paradas de autobús y que se disponga de marquesinas en todas las paradas. Además, en cuanto a líneas concretas, considera necesaria la prolongación hasta la Avenida de Valencia del recorrido que realiza el vehículo que llega a la universidad y el establecimiento, por la tarde, del mismo horario que la línea 12 realiza hasta la Jaume I durante las mañanas.
