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VOLEIBOL | Liga Mundial

Serbia y Montenegro, un muro para España

Serbia y Montenegro fue un muro para España. Los campeones olímpicos impusieron sus espléndidos bloqueos y volvieron a tener en Ivan Miljkovic, uno de los grandes sucesores de Rafa Pascual entre los mejores jugadores mundiales, como el gran verdugo rematador. El equipo de Paco Hervás deberá jugarse hoy el difícil pase a las semifinales ante la República Checa, revelación este año en la Liga Mundial. El dato pesimista es que tuvo menos problemas ayer para vencer a Grecia que España el primer día. El optimista, que los checos no pudieron arrancarles a los serbios el set que sí consiguió España.

Miljkovic se dedicó al voleibol tras probar el balonmano que jugaron sus padres, lo mismo que otro hermano escogió el baloncesto. Faltaría el waterpolo para completar los cuatro deportes de equipo en los que los balcánicos, y especialmente el cogollo serbio de la antigua ex Yugoslavia, son reyes o aspirantes eternos a los tronos. Por calidad genética y por tradición de grupo. En el voleibol han llegado más tarde a la élite que en las otras tres modalidades, pero será ya muy complicado apearlos.

SERBIA 3 -ESPAÑA 1

Serbia: Vujevic, Mester, Miljkovic, Boskan, Geric, N. Grbic, Mijic, Janic, V. Gbric.

España: Prenafeta, Moltó, Saucedo, Pascual, Salvador, Suela, Berenguel, Falasca, Flores, Carreño.

Parciales: 25-19, 25-20, 20-25, 25-18.

Palacio de Vistalegre, unas 10.000 personas.

La frialdad y coordinación serbias parecen de cirujanos. España bastante hizo con llegar a los alrededores de los puntos 20 de cada set sin desentonar. Incluso con alguna ventaja mínima y múltiples empates. Pero las rectas finales fueron como si un guepardo persiguiera a una gacela en la sabana abierta. 25-19 y 25-20 en las dos primeras mangas resueltas en idénticos 22 minutos cada una. Miljkovic encabezaba ya el instinto asesino con 14 remates ganadores frente a los ocho de Suela, mucho mejor que el martes, y Saucedo.

Tras el concluyente 2-0 inicial, España pudo exhibir al menos su calidad en el tercer set, aprovechando la lógica relajación rival. Con mayor concentración, también evitó los errores y mejoró en recepción para irse entre cinco y seis puntos desde su mitad hasta ganar por 25-20 en 23 minutos. Fue una feliz confirmación de que la selección, aun con pocos mimbres para cambiar, está en la élite por algo. Pero los serbios se concentraron y tras mandar casi todo el cuarto set incluso fueron favorecidos por un error arbitral. Un punto enorme con bloqueo de Suela poco palió el 25-18 que puso el 3-1 definitivo.

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