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ELECCIONES EN MÉXICO

Los mexicanos dan la espalda a Fox después de tres años sin notar las reformas

El partido del presidente pierde 40 escaños y el PRI gana las legislativas por mayoría simple

Juan Jesús Aznárez

Los soñadores de un triunfo gubernamental retiraron el cava de las sedes oficialistas y cruzaron pésames, porque el partido de Vicente Fox, el conservador Acción Nacional (PAN), y el propio presidente encajaron el domingo un castigo despiadado: perdieron más de 40 escaños en la Cámara de Diputados y el apoyo de los millones de mexicanos que no recibieron el cambio prometido hace tres años. La euforia se extendió en los cuarteles del resucitado Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ganó el hemiciclo por mayoría simple.

El PRD, un partido de izquierdas, arrasa en el 90% de los distritos de la capital federal
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Las primeras legislativas con el Gobierno de la alternancia, el mismo que el 2 de julio del año 2000 expulsó de la presidencia de la República al PRI, que la retuvo durante siete decenios, fueron también un plebiscito sobre la gestión de Fox. Lo perdió porque sus compatriotas adivinaron más retórica y buena voluntad que empleo, vivienda y prosperidad. "Debemos también escuchar a los ciudadanos que no se expresaron en las urnas, entendamos todos su silencio", pidió el presidente durante una comparecencia radiotelevisada. Sólo votó el 41% de los 64,7 millones con derecho a hacerlo, pero el veredicto de quienes sufragaron fue una expiación para el oficialismo.

El opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), un dinosaurio rejuvenecido por los errores y carencias del Ejecutivo, obtuvo entre 222 y 227 de los 500 escaños de la Cámara de Diputados. Había sumado 209 en las generales de hace tres años. El recuento del Instituto Federal Electoral (IFE), con una muestra del 100% de las actas, concede entre 148 y 158 escaños al PAN, contra los 207 del año 2000. El PRD pasa de 53 a una banda que oscila entre los 93 y 100 escaños. El Partido Verde Ecologista (PVEM), coligado con el PRI en el 30% de los distritos, baja de 16 a 14 diputados. El Partido del Trabajo (PT), izquierda, logra entre cinco y ocho, contra cinco en la legislatura saliente. Convergencia obtiene sus primeros cinco asientos. El Senado (PRI, 60; PAN, 46, PRD, 16; PVEM, 5) se renueva en las generales del año 2000. El PRD arrasa en el 90% de los distritos de la capital.

A la espera del escrutinio definitivo, el PRI ganó cuatro de los seis gobiernos estatales en juego: conservaría Colima, Campeche, Sonora y Querétaro, pierde San Luis Potosí y arrebata al PAN el simbólico e industrializado Nuevo León, la joya de la corona de un partido de empresarios.

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"¿Quién es el responsable de los resultados, el PAN o el presidente Fox?", preguntó la prensa al jefe panista, Luis Felipe Gravo, que fue asesor de la Confederación Patronal Mexicana. "De ninguna manera entraremos en una descalificación de quién tiene aquí la culpa, todos trabajamos en común". Contra las evidencias que instaban al duelo y a la contrición, se atrincheró en la negación del revés: "No es retroceso ni avance, es un estatus que desde 1997 se ha venido viendo en la Cámara. El mensaje es que una sociedad plural ordena que dialoguemos y construyamos acuerdos", declaró a la prensa, esbozando una sonrisa que hubiera debido de ser mueca de contrariedad, según alguno de los atribulados simpatizantes presentes en su alocución.

Presidenciales en 2006

Los acuerdos reclamados por la transición, algunos traducidos en proyectos de ley del Ejecutivo, fueron imposibles durante los dos años y medio de Fox, porque la oposición los rechazó y el Gobierno no dispuso de operadores capaces de convencer sobre su conveniencia. La consecución de los cambios estructurales en la nueva Cámara es improbable al haberse reducido el margen de maniobra del oficialismo y sumarse la relativa cercanía de las presidenciales del año 2006, que previsiblemente imprimirán un rumbo electorero y oportunista en la agenda de los partidos.

"Creemos que, de manera trágica, la Administración de Fox ya terminó", vaticinó el senador Alberto Anaya, dirigente del Partido del Trabajo. "Ya terminó porque de nuevo hay un Congreso de oposición cerrando filas con el propósito de evitar que la política económica neoliberal continúe imperando en el país". Jubiloso, cumpliendo el ritual del vencedor, aunque sin comprometer su apoyo, el presidente del PRI, Roberto Madrazo, tendió la mano al jefe de Estado y de Gobierno. Las fuentes consultadas lo recuerdan progresivamente desolado en su residencia oficial cuando las tendencias comunicadas por sus colaboradores anticipaban la derrota final. "Pongámonos de acuerdo para darles a los mexicanos más empleos, mayor seguridad y mejor economía", animó el líder priísta, eventual candidato en las próximas elecciones presidenciales.

El presidente resultó afectado, durante el primer tramo de su Gobierno, por una coyuntura económica internacional adversa, y no pudo cumplir con las principales promesas de campaña: un crecimiento del 7% y un millón de trabajos, entre otras. La contracción norteamericana hundió el PIB mexicano bajo cero y se perdieron más de 300 trabajos. El analista de Milenio, Federico Arreola, sostiene que "el gran mercadólogo no entendió el significado de una de las 22 leyes del marketing: si no se actúa con cuidado, el éxito conduce invariablemente a la arrogancia, y la arrogancia, al fracaso".

Fox muestra su dedo pulgar marcado después de votar.
Fox muestra su dedo pulgar marcado después de votar.AP

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