Por unanimidad

Leo con gozo y satisfacción la siguiente noticia: "Los concejales de Madrid se suben el sueldo por unanimidad y sin discusión". Supongo que, después de la que están organizando los políticos en la Comunidad de Madrid, nuestros queridos representantes en el Ayuntamiento han decidido subirse extraordinariamente el sueldo, se supone que para evitar la posibilidad de que unos malvados constructores corrompan el orden institucional a través de sobornos a ediles. En la campaña electoral todos los partidos políticos prometieron lo posible y lo imposible, se desafiaron recíprocamente y se enjaretaron en una gresca verbal de considerables proporciones hasta que obtuvieron los resultados.

Ahora el proceso se invierte. Ya no se agreden verbalmente ni se descalifican; por el contrario, se dan besos y abrazos, felicitaciones por doquier, y se ríen a carcajadas. ¿De nosotros? Cuando hay que aprobar la primera medida, todos los grupos políticos se ponen de acuerdo unánimemente y sin discusión de ningún tipo. Puede que esto obedezca a que era la primera medida y querían comenzar con buen pie su andadura en el Consistorio, o quizá se deba a que cuando se trata de subirse un montón de euros no existe oposición.

En mi ingenuidad pensé que a lo mejor alguna opción política se plantearía dar coherencia a su ideología y hacer gala de la dignidad que pregonan con frecuencia en los mítines. Estoy convencido de que en esta ciudad el problema más importante no es la subida de sueldo de los concejales, pero lo más indignante es que en esa cuestión todos coincidan sin reservas. Con estas premisas, ¿qué puede pensar el ciudadano, y sobre todo los jóvenes?

Evidentemente que todos los políticos son iguales y van a sacar provecho de su paso por la política.