Pamplona se prepara para la invasión de los 'sanfermines'

Cerca de un millón de visitantes, cuatro veces su población habitual, reúne Pamplona durante los sanfermines, una de las fiestas más universales y publicitadas del planeta. La capital navarra se prepara para ser invadida durante nueve días, los que inicia mañana al mediodía el disparo del chupinazo desde el Ayuntamiento. Una de las novedades más significativas de esta edición es la recuperación de la plaza del Castillo, el corazón de la ciudad, inhabilitada durante dos años por la construcción de un aparcamiento subterráneo.

La fiesta llega cada año tempranera y su agenda de seculares ritos no posibilita demasiados cambios. Por mantenerse, se mantiene en el cargo la alcaldesa Yolanda Barcina (UPN), reelegida gracias a un pacto con Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN), que le ha brindado el poder suficiente como para prohibir por segundo año consecutivo la instalación en un solar céntrico de las txoznas (casetas) de las organizaciones políticas y sociales. Los socios navarros del PP siempre han visto con desagrado este espacio, por considerar que se trataba de un reducto excluyente de financiación de agrupaciones satélites de la izquierda abertzale.

El programa de fiestas, que el equipo municipal ha tenido de nuevo que editar en bilingüe (castellano y euskera) por sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, suma 272 actos festivos, más de una actividad programada por hora. Con un presupuesto de 2,4 millones de euros, el Ayuntamiento se limita a financiar los espectáculos gratuitos en la calle (donde la fiesta adquiere su relevancia), sobre todo los musicales, con la presencia este año de Mojinos Escozíos, Los Chichos, Carmen París, Tamara, Maceo Parker, Coti, Reincidentes, Benito Lertxundi y Radio Macandé, entre otros, y espacios reservados a las músicas del mundo y al jazz.

El encierro no presenta novedades reseñables. Los pastores encargados de vigilar el buen orden de la carrera han mostrado, eso sí, su preocupación por el incremento constante de gamberros y malos corredores que infringen el reglamento que regula el acto central de las fiestas (no citar a los toros, no tocarlos, no correr detrás). Se necesitarían otros 13 pastores distribuidos por las calles para garantizar mejor la seguridad cuando los toros se descuelgan y protagonizan escenas de peligro.

Por lo demás, la plaza de toros centenaria, cuya reforma se demora eternamente en el tiempo, sigue vulnerando las normativas de seguridad.

En lo que se refiere a la Feria del Toro, del 5 al 14 de julio, el cartel se asemeja, en cierta medida, al del año anterior; en especial en lo que atañe a ganaderías, informa José Luis Merino. Vuelven tres de las llamadas duras, como son las de Miura, Cebada Gago y Dolores Aguirre. Les acompaña otra dura, tal la de Adolfo Martín. Repiten dos de las llamadas cómodas, Torrestrella y Jandilla, a las que hay que añadir la de Juan Pedro Domecq y, en cierta medida, la de Alcurrucén. También repiten los novillos del primer día, Miranda de Pericalvo, y los toros de rejoneo, Murube, del día siguiente, sábado y domingo, respectivamente.

En cuanto a toreros, se ha contratado con dos tardes cada uno a El Juli, Antonio Ferrera, El Fandi, Juan José Padilla y el torero de la tierra Francisco Marco, tal como ocurriera el año anterior. Están contratados con una corrida Enrique Ponce, el francés Fernández Meca, Pepín Liria, Antonio Barrera, Eduardo Dávila Miura y diversos debutantes: Fernando Robleño, Serafín Marín, Matías Tejela, Javier Valverde, Alfonso Romero, Antón Cortés y Gómez Escorial.

En la corrida de rejoneo alternarán Luis Domecq, Pablo Hermoso de Mendoza y Sergio Galán. Abren feria hoy los novilleros Francisco José Palazón, Javier Solís y el colombiano Luis Bolívar.