El editor Moleiro expone en Vitoria sus facsímiles de códices y mapas

Ante las publicaciones del Moleiro Editores hay que olvidarse de tópicos como best seller, copyright, adelantos millonarios o tiradas abrumadoras: esto no es Harry Potter. Como refleja la exposición que hasta el próximo 8 de julio se presenta en el palacio Escoriaza-Esquivel de Vitoria, las publicaciones de esta editorial radicada en Barcelona atienden a la recuperación del libro como objeto de conocimiento y obra de arte al mismo tiempo.

Cuando despuntaba Internet y las nuevas tecnologías empezaban a hacer furor, Manuel Moleiro decidió que su futuro estaba antes de la invención de la imprenta. Con el impulso del visionario y la experiencia adquirida con el editor italiano de culto Franco María Ricci, sin olvidar las ventajas de la informática, en 1991 puso en marcha una editorial dedicada a la reproducción en alta calidad de libros ilustrados, obras únicas que hasta ese momento sólo estaban a disposición de los mejores especialistas.

"Todo el mundo puede disfrutar de un óleo de Velázquez o Rembrandt, pero muy pocos son los que pueden contemplar las páginas de un códice medieval. Y en sus páginas se encuentran verdaderos tesoros artísticos", recordaba ayer Manuel Moleiro entre las reproducciones de distintas versiones del Beato de Liébana (según Umberto Eco, el libro más influyente en la Edad Media, desde el año 776 en que apareció la primera versión hasta el siglo XVI).

Las obras expuestas estos días en Vitoria son el fruto de una investigación concienzuda por las bibliotecas de todo el mundo, como las nacionales de Rusia (por ejemplo, El libro de los mediacamentos simples, del siglo XV) y Francia (Theriaka de Alexipaharmaka de Nicandro, del siglo II a. C.), la British Library (El libro de horas de Juana la Loca), la Metropolitan de Nueva York o la Estense de Módena. La joya de la exposición es la Biblia de San Luis, impulsada por el monarca francés Luis IX, que cuenta con 4.887 miniaturas.

"Este ha sido también el libro que más tiempo nos ha costado editar: cinco años. Por lo general, la reproducción de estas obras nos lleva entre 18 y 24 meses; sacamos una tirada limitada de 987 ejemplares, certificados notarialmente, con un estudio previo de especialistas reconocidos, como el académico Francisco Rico", recuerda Moleiro.

Esta labor minuciosa se puede apreciar sin problemas en la exposición. Se puede hojear los libros, lo que permite acercarse a esos códices impresionantes con esa Biblia o al mapa del cartógrafo portugués Diogo Homem, expulsado de su país, refugiado en Londres y empleado de Felipe II. Como apunta el editor gallego-catalán, "no hay que olvidar que los cartógrafos eran la élite de los espías de su tiempo".

Los precios están a la altura de la calidad de las reproducciones; de 500 y 14.000 euros, cifras sólo al alcance de unos pocos. Entre ellos, los principales mandatarios mundiales, como Jimmy Carter, Clinton, Bush, Juan Pablo II, o el rey Juan Carlos I.