Divergencias entre PNV y EA retrasan el gobierno de González de Txabarri
La tensión entre PNV y EA que presidió el proceso de negociación y retrasó hasta el límite la formación de la coalición electoral, particularmente en Guipúzcoa, se ha reproducido ahora en el momento final, el de la composición del gobierno foral que presidirá el peneuvista Joxe Joan González de Txabarri. El nuevo diputado general de Guipúzcoa fue investido en una solemne sesión, celebrada en la Universidad de Oñati, el pasado 26 de junio y desde entonces se mantiene con el mismo gobierno de su predecesor, que se encuentra en funciones. Este retraso se produce pese a que la coalición PNV-EA dispone de mayoría absoluta en las Juntas Generales, por lo que la formación del gobierno foral no depende de acuerdos con terceras fuerzas, sino de los dos partidos coligados. Hoy se celebra en el Ayuntamiento de Hernani el pleno anual itinerante con el que las Juntas Generales elegidas en mayo se van a estrenar en una sesión ordinaria, por lo que las fuentes consultadas no consideran factible que el equipo de Txabarri se cierre esta jornada.
El diputado general de Guipúzcoa, Joxe Joan González de Txabarri, firmó a última hora del lunes el decreto en el que se define la nueva estructura y organización del gobierno foral para los próximos cuatro años. Sin embargo, la negociación entre PNV y EA sobre el reparto de funciones y de carteras, ya esbozado en el propio decreto, no ha permitido llegar a la concreción de las personas que van a integrar el nuevo ejecutivo, una semana después de su investidura.
La presión ejercida desde el PNV para poder cerrar la negociación para el día de la investidura no dio resultado ni pudo evitar ofercer esta imagen de constante desavenencia entre ambos partidos, con el consiguiente desgaste para el diputado general, que estrena mandato sin poder hacer público su equipo, a diferencia de su colega de Vizcaya, José Luis Bilbao.
El gobierno foral guipuzcoano contará con diez departamentos, dos más que el anterior. Pero el reparto de carteras entre las dos formaciones no es paritario, como lo fue en la última legislatura. En ella cada partido dispuso de cuatro diputados, al margen del diputado general peneuvista. Esta legislatura el PNV gestionará seis carteras y EA cuatro, una distribución proporcional al número de junteros -17 el PNV y 10 EA- obtenido por cada partido dentro de la coalición, pese a lo cual forman en las Juntas dos grupos independientes con voz propia.
Además de haber hecho valer su superioridad proporcional, el PNV se reserva las carteras de mayor peso económico. Mantiene Hacienda, un departamento incuestionable para los peneuvistas -ahora se denominará de la Fiscalidad y las Finanzas- y recupera los de Infraestructuras Viarias y Ordenación y Promoción Territorial, ambos de gran importancia inversora (del primero depende la sociedad pública Bidegi para el peaje y la ampliación de la A-8), y que hasta ahora habían estado gestionados por EA. Asímismo, el PNV se hará cargo del departamento de Política Social, de importante peso económico con las políticas para la tercera edad. A estas carteras añade el departamentos para la Calidad en la Administración foral, destinado a crear la inexistente comunicación de la Diputación con los ciudadanos, y el de Desarrollo del Medio Natural, para la gestión de lo rural.
Las cuatro carteras de EA tendrán un menor peso presupuestario. Además del departamento de Innovación y Sociedad del Comocimiento, tendrán el de Desarrollo Sostenible, ligado al medio ambiente; el de Relaciones Sociales e Institucionales, destinado a la promoción turística y deportiva y la cartera para los Derechos Humanos y la Inserción social.
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