Tiempo de rebajas

El desajuste entre las cotizaciones bursátiles y la economía real amenaza con disminuir de manera drástica tras un semestre en el que los beneficios obtenidos en el mercado han sido bastante copiosos. Los ajustes en las grandes carteras han dado paso a un periodo de incertidumbre en el que los inversores esperan que sean los datos económicos los que tomen la iniciativa, tal y como apuntaban los índices de expectativas del último mes.

En esta última sesión la tendencia estuvo clara desde los primeros minutos al mantenerse los compradores a la espera de noticias, que no tardaron en llegar. A nivel interno, fue la contracción del sector manufacturero por noveno mes consecutivo la que recomendó extremar la prudencia, y sobre todo porque las previsiones para Alemania continúan empeorando. La última previsión sobre la economía alemana apunta a la recesión, con un descenso del 0,1% en el PIB para este año, lo que podría forzar revisiones a la baja para algunos otros miembros de la UE, al tiempo que aleja un poco más el momento de la recuperación.

Desde Estados Unidos también llegaron malas noticias, con un inesperado descenso en los gastos de construcción -casi lo único que funciona a pleno rendimiento- en mayo y un crecimiento menor del previsto en la actividad industrial en junio. Para los inversores de uno y otro lado del Atlántico quedó muy claro que la economía sigue sin reaccionar, al menos al ritmo esperado.

El Ibex 35 cedió el 1,79% y cerraba en 6.739,10 puntos, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid bajó el 1,64% y quedaba en 708,03. La situación en el resto de la eurozona era aún peor, con París bajando el 2,31% y Franfort el 2,91%, esta última con datos previos al cierre. Londres perdió el 1,67% y Nueva York bajaba el 0,51% a media sesión, tras llegar a perder más del 1%.

La contratación en el Mercado Continuo fue de 2.867,55 millones de euros, con 1.000 millones en operaciones institucionales.