Un funcionario de la cárcel de Picassent y dos trabajadores de Fontcalent heridos por dos presos
Un cacheo ordinario en una celda del centro penitenciario de Picassent se convirtió ayer en suceso. El funcionario acudió a las 11.00 a un control habitual de drogas de los reclusos del módulo número seis de la Unidad de Cumplimiento. El preso le asestó siete golpes con un objeto punzante. Siete heridas, la mayoría en el cuello, que, según los sindicatos CC OO y Acaip, le han causado lesiones de gravedad. La agresión cesó cuando otro funcionario hizo acto de presencia en la celda. La víctima fue atendida en la enfermería del Centro Penitenciario y, según Acaip, a última hora de ayer permanecía aún ingresada.
El hecho sirvió ayer a ambas organizaciones para insistir a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias en la falta de efectivos para controlar a los reclusos y los riesgos vitales que de ello se derivan. Las dos organizaciones recordaron además ayer que los funcionarios que sufren agresiones en la cárcel no cuentan después con asistencia psicológica.
Además, dos trabajadores del psiquiátrico del centro penitenciario de Fontcalent, en Alicante, fueron agredidos ayer por un paciente del módulo 3, sobre las diez de la mañana. Los empleados, una auxiliar y un enfermero, resultaron heridos leves, si bien la mujer precisó atención médica. El agresor, un joven estudiante de Derecho, está internado en Fontcalent desde hace tres años por la comisión de un delito de homicidio.
Tras la agresión a los dos empleados del centro, las secciones sindicales de CC OO y UGT hicieron pública una nota en la que denunciaban las precarias condiciones de seguridad en las que los funcionarios ejercen sus labores. Además, los sindicatos criticaron la "falta de personal en todos los estamentos, principalmente psiquiatras". "Esta falta de personal", añade la nota, "repercute en el buen funcionamiento del centro y en que los pacientes no estén debidamente controlados psiquiátricamente".
La ausencia del control facilita las agresiones de los pacientes a los funcionarios y entre ellos mismos, según los sindicatos. "Esta situación viene siendo denunciada hace tiempo por la plantilla , obteniendo siempre la callada por respuesta y no asumiendo ninguna responsabilidad", aseguran los sindicatos.
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