"El trasvase del Ródano acabaría siendo un fiasco financiero en algún momento"
Bernard Barraqué (París, 1948) es director de investigación del Centro Nacional de Investigación Científica de la Escuela Nacional de París, presidente de la comisión francesa del Programa Hidrológico Internacional de la Unesco y uno de los principales expertos europeos en cuestiones hidrológicas. Formó parte del comité científico para evaluar el impacto medioambiental del trasvase del Ródano y dimitió porque consideró que no podía trabajar en él con libertad. Tras realizar varios estudios ha llegado a la conclusión de que el trasvase del Ródano que tanto interesa al Gobierno catalán no es necesario, y también cree que no es factible porque, sostiene, se basa en la desconfianza. Barraqué se encontraba ayer en Barcelona para participar en una conferencia en la Sociedad Catalana de Economía.
"En Barcelona no hay demanda suficiente para justificar un trasvase"
Pregunta. ¿Por qué cree usted que Cataluña no necesita este trasvase?
Respuesta. Ante todo me gustaría decir que no estoy en contra de los trasvases. Si Barcelona realmente necesitara agua de Francia, estoy seguro de que no habría ningún problema por parte de cualquier economista francés para apoyar un proyecto para trasvasar agua. No apoyo este proyecto porque, de acuerdo con un estudio independiente que encargué, la base sobre la cual se fundamenta es una predicción totalmente equivocada de la demanda de agua. Cuando nos dimos cuenta de ello, avisamos al Gobierno francés de que si se llevaba a cabo el trasvase, en algún momento éste acabaría siendo un fiasco financiero. En Barcelona no hay demanda de agua suficiente para justificar el trasvase, y si además hay subsidios, alguien acabará en la bancarrota, y espero que no sea Francia.
P. Así, las cifras que maneja la Generalitat no son correctas.
R. Así es, ni las de Barcelona ni las de Cataluña. Me di cuenta de que el proyecto se basaba en un aumento de la población de Barcelona del 25% en 10 años, que es algo increíble e imposible. El estudio se hizo en 1992, y desde entonces, la población en Barcelona no ha aumentado. Mi estudio, financiado por el Ministerio de Medio Ambiente francés, apunta que en Barcelona la demanda de agua per cápita no crece, sino que disminuye. Pero esto no nos sorprendió. Así que podemos decir que no es el momento para efectuar nuevos trasvases, sino de realizar estudios sociológicos y antropológicos para saber qué ocurre, por qué baja la demanda de agua y si seguirá cayendo en los próximos años o crecerá. Si al final de este estudio vemos que la demanda aumentará mucho en el año 2025, entonces podemos empezar a hablar de trasvases o de plantas desaladoras, que es una opción mucho más barata.
P. Entonces, ¿las plantas desaladoras serían una buena alternativa?
R. Este asunto está progresando muy rápidamente y los ingenieros cada vez tienen más confianza en él. Es barato construir estas plantas, pero utilizarlas es caro porque funcionan con un proceso químico. La solución sería trasladar los costes al consumidor. Si suben los precios, la demanda baja. Entonces sí es rentable utilizar plantas desaladoras, y además sólo se utilizan cuando se necesitan, mientras que cualquier trasvase, al ser una infraestructura fija, una vez construida hay que pagarla.
P. ¿Cree que en Cataluña hay suficiente agua y que se está gestionando mal?
R. Hay más que suficiente. El problema está en la agricultura de riego. Cataluña, y España en general, es incapaz de ver que la mayor parte del agua (80%) se la llevan los sistemas de riego, y en nuestro estudio descubrimos que Cataluña tiene un proyecto para aumentar estos sistemas. Aquí está el problema. Además, la agricultura representa sólo el 4% del PIB español y da trabajo al 7% de la població. No es sostenible que una parte tan pequeña de la economía reciba una cantidad de agua tan grande.
P. Así pues, ¿qué alternativas da al riego?
R. No estoy en contra de la agricultura de riego, estoy en contra de su expansión. En la parte occidental de Cataluña hay agua disponible. La solución estaría en poner el embalse de Rialp, de Lleida, a disposición de Barcelona en los años más secos.
P. ¿Está diciendo que el Gobierno de la Generalitat lo está haciendo mal?
R. No. Cataluña está delante de las otras regiones de España en materia de agua, pero tiene que ser capaz de terminar con el crecimiento del riego. Supongo que no lo hace porque sacará algún beneficio político. Los campesinos son muy manipulables y si tienen más agua, acaban consumiendo más.
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