Los bomberos actuaron ayer en más de 20 incendios forestales
La llamas provocaron el pánico en las comarcas de Urgell y Segarra
Los Bomberos de la Generalitat trabajaban ayer en más de una veintena de incendios forestales. Los de Ossó de Sió y Torrefeta i Florejacs, que se declararon casi simultáneamente, provocaron situaciones de pánico en las comarcas leridanas de Urgell y Segarra. La Generalitat activó el Plan de Incendios Infocat en fase de alerta y movilizó 36 dotaciones terrestres y 9 aéreas. Las llamas arrasaron una extensa zona de campos de cultivo y de arbolado.
A las 20.00 horas, la Dirección General de Emergencias y Seguridad Civil de la Generalitat desactivó la alerta al considerar que había mejorado sustancialmente la situación de los incendios.
El incendio más espectacular de la jornada de ayer se inició sobre las 13.00 horas en el término municipal de Ossó de Sió, en la comarca de Urgell, pero las llamas se extendieron con gran rapidez hacia Guissona, en la Segarra. Los bomberos desplazaron a la zona nueve unidades terrestres y tres aparatos aéreos. La Granja Can Boixaderas, de Ossó de Sió, tuvo que ser desalojada como medida de precaución porque las llamas estaban avanzando con mucha fuerza por los campos de cultivo circundantes.
El segundo incendio comenzó una hora más tarde en Sevanera, en las proximidades de Torrefeta i Florejacs, en la Segarra. En este siniestro, de mayores dimensiones, el fuego arrasó numerosos campos agrícolas y cercó varios edificios y explotaciones ganaderas. Una familia de Montroig, núcleo agregado de Plans de Sió, tuvo que ser desalojada porque su vivienda había sido rodeada por las llamas. En las tareas de extinción participaron 17 vehículos y 5 aparatos aéreos.
Tres hidroaviones
A media tarde, ambos incendios continuaban sin ser controlados totalmente y se requirió la ayuda de tres hidroaviones que tienen su base en Zaragoza. La situación provocó momentos de auténtico pánico en la población, que abandonó las casas por miedo a quedar atrapada en medio del fuego, y también obligó a cortar el tráfico en las carreteras LV-3113, de Guissona a Biosca, y en la L-310, entre Guissona y Concabella, según informó el Servicio Catalán del Tráfico (SCT).
Los daños ocasionados por estos dos incendios no serán muy importantes porque en los campos de cereales afectados ya se había efectuado la cosecha. Numerosos vecinos de las poblaciones afectadas por los incendios colaboraron activamente con los bomberos en las tareas de extinción con sus tractores y cisternas, lo cual evitó males mayores. Las elevadas temperaturas de las últimas semanas y el viento favorecieron la propagación de las llamas.
Los incendios que se habían declarado en los márgenes de la carretera TP-2031, en los alrededores de Tarragona, en Vallgorguina (Vallès Oriental) y Llagostera y Cassá de la Selva (Selva) estaban ya controlados a media tarde. En el de Vallgorguina ardió una hectárea de masa forestal en una zona de difícil acceso de la urbanización Baronia. Para apagarlo fue necesaria la intervención de 21 medios terrestres y 6 aéreos.
El riesgo de incendios era ayer muy alto en toda Cataluña y así lo había advertido la Dirección General de Prevención de Riesgos en el Medio Natural, dependiente del Departamento de Medio Ambiente, dado que la presencia de vientos muy cálidos de poniente originó un descenso de la humedad relativa de la masa vegetal.
Ocho comarcas presentaban un riesgo extremo de incendio forestal, el máximo nivel en la escala de riesgo de la Generalitat, mientras que otras 19 presentan riesgo muy alto y otras 6 alto. Ello suponía que la totalidad del territorio catalán, a excepción únicamente del Pirineo, estaba afectada por el riesgo de incendio forestal, y éste era mayor que nunca en la franja del litoral norte.
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