1.003 puntos y una 'chicane'

No fue el de ayer un buen día para el alemán Michael Schumacher. Corría en su casa, pero no pasó del quinto puesto. Logró la enésima cifra histórica que añadir a su palmarés al superar los 1.000 puntos (1.003) en el total de su carrera. Pero fue éste un éxito menor, ya que lo habría conseguido incluso siendo el octavo. Le siguen el francés Alain Prost (798,5) y el brasileño Ayrton Senna (614) y, entre los activos, el británico David Coulthard (425).

Pero ese hecho no alivió a Schumacher. No sólo porque corría ante los suyos, sino porque el circuito de Nürburgring se puede considerar hecho literalmente a su medida. Hace un año, Schumi, en una conversación con sus responsables, les comentó que la chicane que entrelaza las curvas 13ª y 14ª era demasiado rápida. Convenía cambiarla por aquello del espectáculo. La respuesta fue que la obra era muy cara. Así que ideó una solución: él mismo correría con los gastos, 200.000 euros. Ya los recuperaría después.

Dicho y hecho. Schumacher dio el dinero y se estrechó el ancho del asfalto en esa zona elevando los denominados pianos, los contornos de las curvas, una variación que recibió su visto bueno. ¿Cómo recuperar la inversión? El próximo otoño dará una exhibición y las entradas costarán 29 euros. Todo lo que se recaude por encima de los 200.000 euros será para la beneficiencia.

Fue en esa chicane donde Schumacher intentó ayer, a la desesperada, adelantar a Fernando Alonso en la última vuelta. De nada le sirvió conocer el suelo que pisaba como el pasillo de su mansión. Al final, miró con detenimiento el coche del español. Por si encontraba en él la explicación.