El último 'samurái'
La factoría Santana dice adiós, después de 18 años, al primer modelo implantado por Suzuki en Linares
Se le conocía como El Guerrero, un apodo que hacía honor a su fortaleza en las carreteras y caminos rurales y también a la función salvadora que cumplió para miles de trabajadores. El Suzuki Samurái, el primer vehículo que la multinacional japonesa empezó a fabricar en la planta de Santana Motor de Linares (Jaén), forma ya parte de la historia de la única industria automovilística de Andalucía. El último samurái ha salido esta semana de las cadenas de montaje de Santana ante la nostalgia de unos trabajadores que lo despidieron con todos los honores. "Adiós compañero. Luchaste como un guerrero para nuestra salvación, dejando paso a la nueva generación", escribieron los empleados de Santana sobre la luna delantera del último todo terreno, el que hacía el número 215.803.
El samurái ha sido compañero de viaje y de fatigas de los santaneros desde el año 1985. "Ha llevado una vida paralela a la de los trabajadores, sufriendo etapas de crisis y superando todas las vicisitudes", explica Francisco Ballesteros, secretario del comité de empresa de Santana Motor y uno de los que vio nacer el samurái hace ahora 18 años. Después de haber alcanzado su techo a principios de los años noventa, con una producción de 123 unidades al día, el samurái ha dejado de fabricarse por haberse quedado antiguo en el mercado y porque requería una fuerte inversión para poder adaptarlo a las exigencias de la normativa europea en materia de reciclaje y fabricación.
El samurái, que llegó a distribuirse en más de 50 países del mundo, supuso una auténtica revolución en su momento. Acostumbrados a asociar este tipo de vehículos robustos exclusivamente al trabajo, el modelo japonés, de reducidas dimensiones, inició la era de los todoterreno diseñados para el ocio y la conducción deportiva. Sirva como ejemplo que el samurái ha sido en los últimos años el gran dominador del trial 4 x 4, una competición tradicionalmente dura.
Pero más allá del aspecto sentimental, el samurái supuso un alivio para la delicada situación de Santana en la década de los ochenta. "Fue un modelo de la gama de los todoterreno de nivel bajo que nos permitió salir de los peores momentos", reconoce Francisco Ballesteros. Hasta que irrumpió con fuerza el prototipo estrella de Santana, el Suzuki Vitara, el samurái jugó un papel clave en el mantenimiento del empleo en la factoría linarense, donde en la década de los 80 trabajaban más de 3.000 personas, más del doble de la ocupación actual incluyendo el parque de proveedores.
Si el samurái ya es historia en Santana, el futuro se llama Jimmy. Ya han comenzado a fabricarse dos versiones con techo metálico, el jeans y el píxel, y para finales de este año está prevista la producción del Jimmy diesel, que está llamado a ser el sustituto natural del samurái. "El jimmy tiene que ser la garantía del pleno empleo en Santana y en las industrias de su parque de proveedores", asegura Francisco Ballesteros, que pide a la dirección de la empresa el cumplimiento de los plazos previstos para los nuevos modelos.
Y es que, superado el momento crítico de la década pasada, cuando Santana presentó suspensión de pagos y la Junta de Andalucía, a través del IFA, tuvo que hacerse cargo de la empresa, la inquietud todavía no se ha alejado definitivamente del principal foco industrial de Linares y su comarca. En el ejercicio de 2002 Santana tuvo unas pérdidas de 23,7 millones de euros, cinco millones más que el año anterior. También su volumen de negocio descendió un 21% y la producción de vehículos cayó un 8,7%.
Por si fuera poco, el modelo Aníbal, el modelo propio de Santana que no tiene relación alguna con Suzuki, tampoco está dando los resultados esperados. Desde que se puso a la venta el pasado noviembre apenas se han vendido 150 unidades en toda España.
Mejores perspectivas
A pesar de los datos negativos de los últimos ejercicios, la factoría Santana Motor pretende enderezar el rumbo en este año. En abril se contrató a un centenar de trabajadores eventuales para hacer frente al aumento de producción de los modelos Suzuki Jimmy y Aníbal en un 56% hasta agosto. Según el departamento de mercadotecnia de Santana, la producción diaria crecerá desde los 80 automóviles hasta los 126.
Las previsiones de la dirección apuntan a que hasta agosto aumentarán de cinco a ocho los vehículos Aníbal fabricados al día, y en un porcentaje mayor crecerá la producción del Suzuki. Santana Motor prevé vender en España durante este año 16.000 vehículos, de los que 11.000 serán todoterrenos y 5.000, turismos.
"El aumento de la producción nos estimula para ir saliendo progresivamente de una situación de incertidumbre que se mantiene todavía, pero con indicadores de progresión positiva", manifestó recientemente el alcalde de Linares, el socialista Juan Fernández, que llama al sector industrial para seguir avanzando en la diversificación económica del municipio.
Santana tiene pendiente, no obstante, un proceso de negociación con los responsables de Suzuki en Japón acerca de la prórroga del contrato o licencia de fabricación del modelo nipón en la fábrica linarense y su comercialización en España y en los países europeos.
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