La dirección de Unió se niega a responder en el consejo nacional a las quejas sobre las municipales

La dirección de Unió Democràtica (UDC) dio ayer por finalizado el consejo nacional del partido sin haber dado respuesta a las preguntas y quejas que le formularon los cuadros democristianos sobre los resultados de las pasadas elecciones municipales. La secretaria de política municipal, Elena Ribera, una vez presentado su informe sobre los comicios, dio paso a las intervenciones de los militantes. Pero tras el turno de preguntas, y ante la estupefacción de los presentes, la mesa dio por acabado el consejo nacional porque nadie de la cúpula del partido podía responderlas ya que en aquellos momentos se celebraba la rueda de prensa.

Los miembros del consejo nacional formularon al menos cuatro preguntas sobre las pasadas elecciones municipales. Un militante interrogó a la dirección sobre el número de concejales que ha obtenido la formación y el número de alcaldes en poblaciones de más de 5.000 habitantes. Un segundo se quejó por los escasos recursos económicos que reciben los comités locales para sufragar el coste de las campañas. El tercero lamentó la escasa renovación en las listas, y un cuarto denunció que el protocolo de federación con Convergència perjudica claramente los intereses políticos de Unió. No hubo respuesta a tales preocupaciones.

Pero la mayoría de las intervenciones de ayer tuvieron un denominador común: las muestras de agradecimiento y apoyo al presidente del Parlament, Joan Rigol, quien esta semana ha anunciado que no volverá a presentarse a unas elecciones. Tan sólo el ex presidente del comité de gobierno de Unió, Francesc Borrell, le pidió que reconsidere su decisión ya que le tiene todavía por "un activo del partido" y, por tanto, debe continuar.

El consejo nacional designó, como ya era previsible, a la consejera de Justicia e Interior, Núria de Gispert, como candidata a la presidencia del Parlament si CiU gana las elecciones de otoño [véase EL PAÍS del miércoles]. De Gispert ocupará el quinto puesto de la lista de CiU por Barcelona, un lugar consensuado entre los dos partidos de la federación. El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, aseguró que Rigol y Jordi Pujol eran las dos únicas personas todavía con cargos institucionales desde el primer Gobierno; es decir, desde 1980.