Vecinos de Russafa suspenden una protesta contra la degradación del barrio para no manifestarse con ultras

"Es una pena por el acto, pero no queremos manifestarnos con ellos". La presencia de miembros de España 2000 decidió ayer a la Asociación de Vecinos Russafa-Gran Vía a suspender una manifestación que había convocado para denunciar la inseguridad ciudadana y la degradación del barrio por la ausencia de inversiones. "Vamos a suspender porque hay una serie de gente de España 2000, no nos vamos a manifestar con ellos, son racistas", anunció la presidenta de la asociación, Pepa García.

El grupo de unas ocho personas que los vecinos identificaron como integrantes del partido ultraderechista se presentó al acto antes de hora. También la policía antidisturbios, que acudió con varias unidades a la plaza del Doctor Landete. Russafa suma ya varios enfrentamientos entre vecinos y España 2000, que ha protagonizado marchas por el barrio en las que se han coreado lemas racistas. "No viven en Russafa, y no puede ser que cada vez que salimos vengan ellos", se quejó un vecino que, como otros, se opuso a compartir la manifestación con España 2000.

Una treintena de personas permaneció concentrada mientras los dirigentes de la asociación, la Plataforma per Russafa y el Foro Alternativo de la Inmigración, transmitían el mensaje del acto. "El barrio está muy mal, degradado, y la Administración no invierte en nada", dijo García, quien señaló a "un núcleo de delincuentes de todas las etnias, que dan tirones y se meten con la gente" como causantes de la inseguridad. "Yo no echo la culpa a los inmigrantes", recalcó García, quien exigió un plan de rehabilitación y las infraestructuras prometidas por el PP. José Luis Tormo, portavoz vecinal, denunció que se permite la degradación de la zona para favorecer "la especulación". Boughaleb Mimi, en nombre de la Asociación de Inmigrantes Marroquíes, señaló que el tráfico de droga "no es problema de la inmigración", sino de la "permisividad" de los poderes públicos frente a la delincuencia y la especulación. "El problema más grave es la dejación de la Administración, se limita a identificar delincuencia con inmigración", abundó Carlos Taboada, de la entidad Ari-Perú.

La asociación de vecinos opina que la falta de inversiones y planes de integración para los inmigrantes -con una importante presencia en el barrio- hacen "comprensible, aunque en ningún caso justificable, ciertos brotes de xenofobia" que se perciben "de forma creciente". "Estado potencial, que si no se toman medidas puede explotar en un corto espacio de tiempo", añade.