Mueren 6 británicos en el peor ataque iraquí tras la guerra

Las tropas de la coalición anglo-estadounidense que ocupan Irak sufrieron ayer un día nefasto. En dos ataques diferentes, los hombres que protagonizan la resistencia contra la ocupación causaron la muerte de seis soldados británicos e hirieron a otros ocho. Ocurrió en Amara, a casi 200 kilómetros de Basora, en el sur del país, de mayoría chiita. Pocas horas antes, varios soldados norteamericanos resultaron heridos en zonas próximas a Bagdad, en el llamado triángulo suní, donde resisten los fieles a Sadam Husein.

Las tropas británicas, y por extensión las tropas de la coalición, sufrieron ayer las peores bajas en una batalla desde la caída de Bagdad, el pasado 9 de abril. Una patrulla británica que vigilaba el entorno de la ciudad de Amara fue atacada por fuego iraquí. Cuando un helicóptero Chinook se acercó para rescatar a las víctimas, fue también sometido a fuego. Seis soldados murieron y ocho resultaron heridos.

Los otros enfrentamientos se registraron en Ramadi, unos 140 kilómetros al oeste de Bagdad, y en Al Daura, unos 20 kilómetros al sur. Tres iraquíes murieron y un soldado de EE UU y dos civiles resultaron heridos en esta zona de mayoría suní. Se trata, sin duda alguna, del peor día para la coalición anglo-estadounidense desde el fin de la guerra.

Los nuevos ataques contra tropas de la coalición -que han sufrido decenas de muertos desde que George Bush declaró el fin de las grandes operaciones bélicas en Irak, el pasado 1 de mayo- reflejan que la resistencia aún es fuerte. Los sabotajes contra la infraestructura controlada por los norteamericanos continuaron también. Bagdad sufrió el peor apagón desde que se restauró la electricidad, con más de 30 horas de oscuridad absoluta. El ataque en el sur del país tiene particular importancia porque en esa zona las tropas británicas eran más toleradas.