RNE reanuda la edición de los recitales históricos del festival de Granada
Rescatado un concierto de Walter Gieseking de 1956 en los Arrayanes
Radio Nacional de España (RNE) ha lanzado dos nuevas grabaciones discográficas de la colección dedicada a rescatar los conciertos más importantes habidos en la historia del Festival de Música y Danza de Granada. Una de ellas contiene el concierto que el gran pianista Walter Gieseking ofreció en 1956 en el patio de los Arrayanes dedicado íntegramente a Debussy. Gieseking falleció en Londres cuatro meses después a los 61 años.
El segundo disco está consagrado al músico barroco Francisco Guerrero y contiene, entre otras obras polifónicas, la misa Dormiendo un giorno, que el grupo Música Reservata de Barcelona interpretó en 1999 en el Monasterio de San Jerónimo durante el festival. Francisco Guerrero (1485-1552), pese a las restricciones del Concilio de Trento que prohibió la utilización de motivos seculares en la música sacra, se inspiró para esta obra en un madrigal de Philippe Verdelot editado en Venecia en 1541.
Los responsables de la empresa pública RTVE anunciaron ayer su propósito de continuar la edición de conciertos de su fondo sonoro a razón de dos títulos anuales. El festival de Granada está negociando los derechos de uno de los conciertos que pretende incluir en la colección discográfica correspondiente a la edición de 2003.
Enrique Gámez, director del certamen, calificó los dos últimos discos como auténticas "joyas" de la música escuchada a lo largo de la dilatada historia del festival. El de Gieseking une al valor interpretativo de una música, la de Claude Debussy, de la que fue uno de sus grandes especialistas, el valor testimonial ya que seguramente fue su última grabación en directo. Cuando murió, cuatro meses después, el pianista se encontraba grabando la segunda parte de las sonatas para piano de Beethoven.
El crítico Enrique Franco rememora en las notas escritas en la carpetilla del disco cómo la afición de Gieseking por la entomología -poseía una colección de no menos de 14.000 mariposas- retrasó el comienzo del concierto en el patio de los Arrayanes. El pianista tenía la costumbre de cobrar un caché añadido allá donde actuaba: unos ejemplares de las mariposas propias del país a las que daba caza en las horas previas a la actuación. "Nunca se oyó tocar de igual manera", escribió entonces Franco sobre el recital ahora recuperado.
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