Miedo a que estalle la 'burbuja'
La burbuja inmobiliaria, el término que designa la situación que vive el sector, con una subida de precios reales de la vivienda (descontada la inflación) del 10,5% anual desde 1998, y un volumen de hipotecas que no para de crecer -en los cuatro primeros meses del año ha aumentado un 22,1%- corre el riesgo de estallar. Tanto ha crecido que, pese a que las opiniones no son coincidentes sobre si aguantará o no, el Banco de España ha alertado a las entidades financieras de los riesgos que corren sobre morosidad. Algunos analistas, por su parte, advierten de la vulnerabilidad financiera de las familias ante factores inesperados como un incremento del desempleo, una subida de los tipos de interés o una caída de los precios. En cualquiera de estos casos, los ávidos compradores de hoy podrían verse sumidos en un mar de deudas difíciles de atender.
La escasa rentabilidad de los activos financieros provocó que el año pasado las familias españolas desinvirtieran en acciones 1.913 millones de euros y contrajeran préstamos por casi 13.000 millones. Su nivel de endeudamiento en el cuarto trimestre de 2002 era del 82,9% de su renta, 6,2 puntos por encima del año anterior, un nivel muy elevado ante cualquier cambio de ciclo.
Mientras los promotores-constructores hablan sólo de "un ciclo alcista que se podrá corregir en dos o tres años", los analistas advierten de un elevado riesgo de que la burbuja, al final, estalle.
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